Poliedro

García Cuerva pidió unidad: “No es tiempo para el individualismo, no es tiempo para el egoísmo”

Por Redacción

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la misa del Domingo de Ramos en la catedral metropolitana y exhortó a fortalecer los vínculos comunitarios en medio del sufrimiento social. Ante cientos de fieles, advirtió que “no es tiempo para el individualismo” y pidió volver a sostenerse en la esperanza compartida, frente al avance de la injusticia y la violencia.

En su homilía, el arzobispo de Buenos Aires señaló: “En el hoy también vivimos momentos terribles, momentos duros. Cuando perdemos un ser querido, cuando no encontramos explicación a tanta injusticia, a tanto dolor, a tanto sufrimiento, a tanta violencia. Cuando experimentamos profundamente esa injusticia que nos lacera el alma”.

Del mismo modo, sostuvo que “entonces, quizá, tengamos que volver a esperar con la esperanza de los amigos. Quizá la clave es que no nos quedemos solos en aquellos momentos difíciles. Como aquellos amigos y mujeres de Jesús, podamos estar acompañándonos, abrazándonos, sosteniéndonos los unos a los otros”.

García Cuerva advirtió que “no es tiempo para el individualismo, no es tiempo para el egoísmo, no es tiempo para transitar solos el dolor y el sufrimiento. No es tiempo para transitar solos la injusticia y la violencia”.

Agregó: “Nos tenemos que unir más que nunca como pueblo, como comunidad, como familia. Dejar de lado nuestras diferencias y definitivamente sostenernos en la esperanza de los amigos como hoy se sostienen estas mujeres y estos amigos del Señor ante el triste y terrible espectáculo de verlo a Él morir en la cruz”.

Al realizar la bendición de los ramos, recordó que “son una expresión de nuestra alegría y nuestra esperanza”. Y expresó que “seguramente lo pondremos en la puerta de nuestras casas, en el umbral; seguramente lo pondremos junto a alguna imagen. Y la idea es que sean un signo de esa alegría y de la esperanza a lo largo del año”.

El arzobispo valoró una costumbre popular y la destacó en voz alta: “También es costumbre de nuestro pueblo llevar algún ramo, a algún vecino, a algún familiar, a alguna persona que no va a la misa, a algún enfermo, a alguien que no puede salir. ¡Qué lindo que podamos también nosotros ser testigos de esa alegría y de esa esperanza!”.

 “Que podamos llevarle el ramo y con nuestros gestos de ternura, con nuestra presencia, con nuestra cordialidad, decirle: ‘te acompaño, te sostengo, no te dejo solo’. Que podamos entonces expresar, también en esa visita en la que llevamos el ramo, que nosotros también queremos ser testigos de alegría y de esperanza para tantos hermanos desalentados, para tantos hermanos que la están pasando mal, para tantos hermanos que bajaron los brazos y dicen: ‘No doy más’”, expresó.

Hacia el final de su mensaje, insistió: “El ramo se irá secando a lo largo del año, pero lo que no se puede apagar será la esperanza y la alegría. Como nos dice nuestro querido Papa Francisco, no nos dejemos robar la esperanza, no nos dejemos robar la alegría. Sigamos sosteniéndonos en medio de las tormentas, y el ramo nos recordará todos los días que hay que seguir adelante, hay que seguir al Señor y lo hacemos también compartiendo esa esperanza con aquellos hermanos que la están pasando mal”. 

15/4/2025

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