*Por Redacción
Las columnas llegaron desde todas la latitudes. Norte, sur, éste y oeste. No hubo flanco por cubrir. Como siempre el color y el sonido característico se hizo presente. Más de 250 mil trabajadores, según cifras de la organización, se dieron cita en Plaza de Mayo para repudiar las políticas neoliberales que impulsa el Gobierno del empresario Mauricio Macri.
El Movimiento Obrero volvió a ganar las calles de la Ciudad y se manifestó con fuerza y contundencia. Los dirigentes sindicales subieron al palco pasadas las 14.30 horas y minutos antes de las 15 comenzó el acto. Como es costumbre el Himno Nacional abrió la jornada precedido por un minuto de silencio en memoria de los trabajadores caídos en diversas luchas.
Juan Carlos Schmid comenzó su discurso con una expresión de solidaridad para con “pueblo catalán” y condenó “enérgicamente cualquier acto terrorista venga de donde venga; condenar también toda escalada bélica aquí en América Latina o en otra parte del mundo” .
Acto seguido dijo: “Ante esta multitud de hombres y mujeres de trabajo nos sumamos a todas las voces que piden la aparición con vida de Santiago Maldonado” y la Plaza se pronuncio en un interminable aplauso cerrado.
“La ministra Patricia Bullrich tan ejecutiva en desalojar obreros de las fábricas debe actuar con una mayor celeridad para esclarecer esta desaparición porque no queremos otro Julio López en Argentina” añadió el dirigente integrante del Triunvirato.
En su discurso, Shcmid, expresó que “venimos a esta histórica plaza a reclamar por nuestra agenda social; somos conscientes que representamos a un sector de la sociedad, pero es ese sector el que produce la riqueza y al que no le alcanza sólo con votar.No venimos a levantar la bandera de ningún candidato, ni detrás de ninguna conspiración, venimos porque para nosotros el trabajo es un derecho y el salario nuestra dignidad”.
“El trabajo es un derecho. La falta de trabajo, el desempleo, la precarización, es la medida del fracaso de todo programa económico. Pero cuando hablamos de derecho hablamos de trabajo digno, porque el trabajo no es la explotación de algunos vivos sobre otros, sin pan y sin trabajo digno siempre habrá conflicto en las calles”, precisó el titular de la CATT.
Schmid redobló la apuesta y aseguró que “si algún retrógrado piensa que con salarios de hambre, en condiciones de precariedad y destrucción de la representación sindical los capitales van a hacer cola para venir a nuestro país, están muy equivocados. En todo caso vendrán para la timba financiera, para apostar sobre seguro en sus ganancias y a practicar otro saqueo a nuestro pueblo”.
“Nos movilizamos, porque está bien que votemos pero es mucho mejor que se escuche nuestros reclamos, repito la agenda de CGT : Aumento de emergencia para los jubilados. Que se terminen las intervenciones en los sindicatos. En rechazo a cualquier reforma laboral, previsional o impositiva que lesione nuestros derechos. La plena vigencia de los Convenios Colectivos, la defensa del modelo sindical, las obras Sociales y los fueros laborales. Control de precios sobre alimentos y medicamentos” reclamó el sindicalista.
Schmid concluyó: “La CGT ha resuelto llamar al 25 de setiembre al Comité Central Confederal para reiniciar un plan de acción que incluya un paro general, plenarios regionales, reunión con legisladores y todas las medidas necesarias en defensa de los sagrados intereses de todos los trabajadores”.
Las columnas de los distintos sindicatos se desconcentraron en paz. Entre los dirigentes y entre la multitud hubo coincidencia, no sólo en el diagnóstico general sino en la confluencia futura. La conducción de la CGT ha marcado un camino con sus compañeros trabajadores en la calle.