Por Redacción
El gobierno libertario publicó el decreto 236 en el Boletín Oficial y redujo los aranceles de importación para productos textiles, calzado, hilados y telas. La medida, que estableció una baja de entre el 12% y el 18% en las tasas, generó el rechazo de cámaras empresariales y sindicatos del sector, que se reunieron en Buenos Aires para definir una respuesta.
En tal sentido, expresaron que la medida “atenta contra toda la cadena de valor, provocó un golpe muy fuerte a la producción y el empleo nacional”. Asimismo, durante el encuentro, los referentes del sector advirtieron sobre el impacto de la decisión oficial. “Todos estamos en el mismo barco, si el agua entra, nos hundimos juntos”, afirmaron. Al mismo tiempo, plantearon que la reducción de los aranceles “implica un golpe directo a la línea de flotación de toda la cadena de valor que genera la actividad”.
Desde la Secretaría de Industria y Comercio defendieron la medida al asegurar que busca “alentar la competencia”. Sin embargo, las cámaras empresariales la rechazaron con el argumento de que “desalienta la producción nacional”, mientras que los referentes de los sindicatos textiles, de vestimenta y del calzado advirtieron que “las consecuencias serán catastróficas, con más precarización laboral, mayor caída de los puestos de empleo y una continuidad en la pérdida del poder adquisitivo salarial”.
Los dirigentes sindicales compararon la política del gobierno con planes económicos aplicados en el pasado: “Es similar al que puso en marcha la última dictadura militar, con Martínez de Hoz, y a las políticas de Domingo Cavallo en los años ’90, que provocaron mayor informalidad, conflictividad laboral y descontento social”,
En esa línea, afirmaron que “el gobierno aniquiló el mercado interno, impidió el desarrollo nacional y disminuyó fuertemente el poder de compra de los salarios”. Asimismo, señalaron que la medida impactó en las economías regionales y en los parques industriales provinciales, que enfrentan “una supervivencia con muy bajo nivel de actividad y reglas poco claras, con el peligro de disminuir la capacidad productiva, concentrarlas en muy pocas manos y generar un alto nivel de capacidad ociosa, sin inversión en mantenimiento ni generación de empleo”.
Ante este escenario, los sectores afectados buscan articular consensos para que el Congreso Nacional y los gobernadores intervengan en el conflicto. Analizan medidas de protesta y presentaciones judiciales contra el decreto.
El encuentro congregó a más de 30 entidades, entre ellas la Asociación Obrera Textil, la Cámara Algodonera Argentina, la Federación de Industrias Textiles y sindicatos como SETIA y SOIVA. También adhirieron uniones industriales de Catamarca, Tucumán, Chaco, Rosario y General San Martín, entre otras.
3/4/2025
