Por Redacción
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que el Producto Interior Bruto (PIB) de Rusia alcanzó un máximo histórico en 2024, llegó a los 200 billones de rublos, equivalentes a más de 2 billones de dólares. Este crecimiento del 4,1 % superó las expectativas oficiales, que habían proyectado un aumento del 3,9 %.
“El producto interior bruto de Rusia creció un 4,1 %, es decir, un 0,2 % más de lo previsto oficialmente. Esto es más de lo esperado”, afirmó el primer ministro Mijaíl Mishustin.
En tanto, el mandatario ruso destacó que este desempeño económico no solo superó las previsiones internas, sino también las de varias economías desarrolladas. “Nuestras tasas de crecimiento económico han resultado ser no solo superiores a nuestras propias previsiones, sino también superiores a las del mundo, y superiores a indicadores similares de las llamadas economías desarrolladas”, señaló Putin y comparó a Rusia con países como Estados Unidos, Francia y Alemania.
Asismismo, Mishustin subrayó que la economía rusa logró resistir la presión de las sanciones occidentales, que se intensificaron tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania en 2022. Explicó que “la economía del país ha hecho frente con éxito a la presión sin precedentes de las sanciones, a diferencia de muchos países que a su vez nos impusieron sanciones. En algunos casos, allí la situación está próxima al estancamiento”.
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento económico de los países que impusieron sanciones a Rusia fue significativamente menor en 2024. Alemania registró un crecimiento del 0 %, Japón un 0,3 %, Francia un 1,1 %, Canadá un 1,3 % y Estados Unidos un 2,8 %. Estas cifras contrastan con el desempeño de la economía rusa, que logró expandirse a un ritmo mayor pese al contexto internacional adverso.
Rusia implementó una serie de medidas para contrarrestar el impacto de las sanciones, como la reorientación de su comercio hacia Asia, el fortalecimiento de los lazos económicos con China y otros aliados, y la promoción de la sustitución de importaciones. Del mismo modo, el aumento en los precios de los combustibles y una demanda interna sólida contribuyeron al crecimiento económico.
Aunque las sanciones occidentales han sido las más extensas y severas de la historia, la economía rusa ha demostrado una notable capacidad de adaptación. Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente en el largo plazo, si las sanciones se mantienen o se intensifican.
El crecimiento récord del PIB en 2024 posiciona a Rusia como una economía resiliente en un escenario global complejo. No obstante, mantener este ritmo de crecimiento dependerá de la capacidad del país para seguir diversificando su economía y fortaleciendo sus alianzas comerciales.
Por ahora, los datos reflejan que las sanciones no han logrado el efecto esperado por Occidente. Mientras Rusia celebra este logro económico, las economías de varios países occidentales enfrentan dificultades, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia de las medidas restrictivas. En palabras de Mishustin: “La economía del país ha hecho frente con éxito a la presión sin precedentes de las sanciones”.
7/2/2025
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