Por Redacción
Las fuerzas israelíes llevaron a cabo el domingo una serie de detonaciones controladas en el campamento de Yenín, en Cisjordania, que arrasaron en segundos grandes sectores de la zona. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunció que no recibió ninguna advertencia previa sobre las explosiones y advirtió que la vida de los civiles está en peligro.
“Las impactantes escenas de hoy en Cisjordania socavan el frágil alto el fuego alcanzado en Gaza y amenazan con una nueva escalada”, señaló el organismo en un comunicado. Desde el viernes pasado, el contacto entre su personal y las autoridades israelíes “ya no está permitido”, lo que impide la coordinación en el terreno y agrava la crisis humanitaria.
El campamento de Yenín quedó devastado. La UNRWA afirmó que miles de residentes fueron desplazados por la violencia y que muchos de ellos “ya no tienen a dónde regresar. Han desaparecido los elementos básicos de la vida”, alertó el organismo.
La destrucción se produjo el mismo día en que debía iniciar el nuevo semestre escolar, pero trece escuelas en el norte de Cisjordania permanecieron cerradas debido a las operaciones militares. Los servicios de la UNRWA dentro del campamento están paralizados desde hace meses y fueron suspendidos por completo en diciembre.
Un portavoz del ejército israelí justificó las explosiones al acusar a instalaciones de la UNRWA, en particular al Centro de Salud del campamento, de ser “centros terroristas”. El organismo refutó esa imputación y aseguró que “la desinformación y la información errónea continúan”. Su comisionado general, Philippe Lazzarini, llamó a “verificar los hechos antes de propagar cualquier información”.
Mientras tanto, en la Franja de Gaza, miles de familias intentan regresar al norte con el apoyo de la UNRWA, que reactivó la bomba de agua en Jabalia para garantizar el acceso a agua potable. La instalación estuvo inactiva desde octubre de 2024, cuando la ciudad quedó bajo un estricto asedio.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destacó que, pese a la destrucción, los gazatíes mantienen la esperanza de reconstruir sus hogares. “El alto el fuego debe continuar”, subrayó el organismo, que brinda protección, nutrición y suministros esenciales a la población desplazada.
4/2/2025