Por Redacción
La Casa Rusa en Buenos Aires conmemoró el 81° aniversario del fin del sitio de Leningrado con un acto que reunió a historiadores, diplomáticos y miembros de la comunidad rusa en Argentina. Durante la jornada, se rindió homenaje a las víctimas del asedio nazi y se destacó el papel de la resistencia soviética en la Segunda Guerra Mundial.
El historiador y periodista Christian Lamesa, embajador de la Sociedad Rusa “Znanie” en Argentina, subrayó la importancia de defender la memoria histórica frente a las distorsiones actuales. “Estamos en la misma trinchera que los rusos, unidos en el deseo de defender la verdad histórica”, expresó en su discurso. Asimismo, destacó la relevancia de la Séptima Sinfonía de Shostakovich como símbolo de la lucha del pueblo ruso contra el nazismo.
Como parte del evento, el Primer Secretario de la Embajada de Rusia, Tigrán Dzhagaryán, y la Directora de la Casa Rusa, Valeria Ptítsyna, premiaron a los ganadores del concurso de ensayos “900 días de Leningrado: Los Invictos”. Gabriel María Isola, uno de los galardonados, explicó el enfoque de su trabajo: “Dediqué mi ensayo a la niña de Leningrado Tatiana Sávicheva y a todos quienes, igual que ella, a pesar de tener corazón puro, murieron durante aquel terrible bloqueo”.
Una mujer argentina, hija de una sobreviviente del asedio, compartió por primera vez los testimonios de su madre sobre el horror vivido en aquellos años. También se expusieron documentos históricos de la época, como ediciones originales del diario “El Eco”, que fue publicado por la comunidad rusa en Argentina en los años 40 y reflejaba la preocupación por la guerra.
La jornada incluyó la proyección del documental “El Asedio”, de Sergei Loznitsa, y concluyó con el juego intelectual “Trueno de enero”, donde los participantes pusieron a prueba sus conocimientos sobre la resistencia de Leningrado y la reconstrucción de la ciudad tras el fin del bloqueo. El evento no solo recordó una de las páginas más oscuras de la Segunda Guerra Mundial, sino que también reafirmó la importancia de preservar la memoria histórica. Como bien lo expresó Lamesa, argentinos y rusos comparten una trinchera común: la defensa de la verdad frente al olvido.