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El ajuste del gobierno libertario pone en riesgo el sistema público de salud

Por Redacción

El recorte del 76% en los fondos asignados a la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis generó una alarma generalizada entre especialistas y organizaciones de la sociedad civil. Desde el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH aseguraron que  “la situación es gravísima”.

La falta de medicamentos y reactivos, indispensables para el tratamiento del VIH, coloca a los pacientes en una situación límite. Además, el cierre de las coordinaciones de tuberculosis y hepatitis del Ministerio de Salud, responsables de implementar políticas públicas para estas patologías, amenaza con agravar el problema, en un contexto donde los diagnósticos de tuberculosis han ido en aumento y las hepatitis virales se mantienen como una de las infecciones transmisibles más prevalentes del país.

Los hospitales nacionales, como el Posadas, el René Favaloro, el Sommer y el Laura Bonaparte, son el epicentros del ajuste. Este último, especializado en salud mental, sufrió un recorte interanual del 25%, junto con el despido de más de 200 empleados. “Dejar sin asistencia en salud mental a los pacientes actuales y frenar nuevas admisiones es un acto de crueldad”, señaló un representante del personal despedido.

En el Hospital Sommer, especializado en rehabilitación y prevención de la enfermedad de Hansen (lepra), 150 trabajadores fueron desvinculados recientemente, con proyecciones de más despidos en los próximos meses. La incertidumbre también afecta al Instituto Nacional del Cáncer, el PAMI y la Superintendencia de Servicios de Salud, donde las desvinculaciones de técnicos y especialistas esenciales sumaron 1.400 personas.

Por otro lado, los enfermos oncológicos figuran entre las primeras víctimas de estas políticas de ajuste. Desde finales de 2024, muchos pacientes dejaron de recibir medicamentos de alto costo, indispensables para sus tratamientos. Esta situación se replica en otras patologías severas, donde el desabastecimiento pone en jaque la calidad de vida de millas de personas.

El Ministerio de Salud anunció la disolución  de 15 sectores claves en materia sanitaria de su organigrama como parte de la reestructuración del Estado que comenzó en enero de 2025. Estas decisiones comprometen la continuidad de políticas públicas esenciales y dejan a millones de argentinos en una situación de desprotección sanitaria.

El desguace del sistema de salud refleja una de las facetas más críticas de la gestión libertaria, cuyas políticas, lejos de garantizar derechos básicos, los ponen en peligro. Las voces de pacientes, trabajadores despedidos y especialistas coinciden en que los efectos de estos recortes se sentirán durante años y afectarán a los sectores sociales más humildes. 

 

 

 

22/1/2025

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