El alto significado de la huelga en defensa del Frigorífico Nacional, fue que puso en obra la conciencia gremial y social, en simbiosis con la conciencia nacional. Los trabajadores y los dirigentes gremiales peronistas no sólo defendían la escala de salarios y el bienestar de los trabajadores, sino además la fuente de trabajo.
Así, cuando el 4 de enero de 1959 el Poder Ejecutivo envió al Congreso el proyecto de privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre, los trabajadores se opusieron y lo ocuparon diez días después. Siete mil trabajadores produjeron uno de los hechos culminantes de la primera resistencia peronista.
En solidaridad con ellos, la CGT nacionalizó la huelga que se extendió a casi todo el país. Fueron días intensos en los que los obreros permanecieron en el lugar, desconociendo los llamados del gobierno y las amenazas de la fuerza pública. En esos días, todo el barrio de Mataderos se solidarizó con la medida. Los vecinos alentaban como podían. Las mujeres llevaban algunos alimentos para los obreros, aunque en el Frigorífico si algo abundaba eran precisamente alimentos.
Cuenta Brito Lima que en uno de esos días su madre se acercó para llevarle pan fresco para él y otros compañeros, y unos policías de civil (Comandos Civiles) quisieron detenerla lo que generó una reacción de los vecinos presentes que la emprendieron a golpes y empujones contra el grupo de tareas que tuvo que retirarse. Finalmente, la toma finalizó con el ejército atropellando el lugar con tanquetas y desalojando a los obreros que como parte de los recursos soltaron a decenas de vacas y cerdos sobre la avenida Tellier (actual Lisandro de la Torre).
Las vacas que se escaparon/ de los palos y los dueños/ aún andan por la barriada,/ vagando como en un sueño, dirá años más tarde, un poema del consagrado director de cine Pino Solanas en su película Sur.
–Soltar las vacas fue un recurso más. La nuestra siempre ha sido y será una guerra de recursos, cuenta Brito Lima. Nosotros no disponíamos de dinero, pero una cosa es el dinero y otra muy distinta los recursos. Con las vacas y otros animales en la calle, demostramos que seríamos capaces de realizar lo impensado. Ese fue siempre el método de nuestra resistencia, aparecer por donde no nos esperaban. Como el General, que era capaz de lo impensable. Porque la burguesía tiene recetas para todo, pero nosotros teníamos la imaginación, que es propia de los pueblos, y que se agudiza ante situaciones límite. Y así fuimos capaces de hacer eso: soltar a las vacas, a los cerdos y a cuanto animal pudiésemos soltar.
Alberto Brito Lima integró la primera Mesa de la Juventud Peronista en la resistencia y vivía en avenida De los Corrales 6851, a tres cuadras del Frigorífico Nacional. Había ingresado a trabajar en él, donde también había trabajado su padre, en 1958. Luego de la muerte de éste, con su madre se instalaron definitivamente en el barrio y en esa huelga, junto a otros que también trabajaban en ese frigorífico, formaron parte del grupo duro de trabajadores que se opuso, primero a la municipalización del frigorífico, y después a su privatización. Como ya estaba casado, su esposa y su madre, y a veces otros vecinos, le llevaban novedades, a él y a otros obreros que se acuartelaron allí.
Alberto Torreta (el Mono) también vivía cerca, aunque del otro lado de Gral. Paz, en Villa Insuperable. Héctor Lorenzo Gatica (asesinado por el P. C. en 1965) y su padre eran de Mataderos, vivían en la calle San Pedro entre Caruhé y Guaminí y ambos trabajaban en el Frigorífico como Horacio Román que llegaría a ocupar un rol importantísimo en la conformación del Comando de Morón.
Jorge Patricio Gallardo, (asesinado por Montoneros en 1975) en esa época vivía en Larrazábal y Directorio, del mismo barrio, como David Duarte uno de los retratados con las patas en las fuentes en la foto icónica del 17 de octubre de 1945 y baleado por Montoneros el 27 de junio de 1973. Por ese entonces en el Frigorífico también trabajaban Saúl Ubaldini y quien después fuera el fundador del SUTERH (Sindicatos de Porteros de la Ciudad de Buenos Aíres, José Francisco Santa María quién además fue jugador de Nueva Chicago.
Los del Comando comenzaron a reunirse en el Sindicato del Frigorífico que estaba en la calle Timoteo Gordillo y en el Sindicato de Trabajadores Jaboneros de Av. De de los Corrales. La prepotencia del gobierno radical reprimiendo a los obreros cayó muy mal entre los trabajadores organizados y se declaró un paro nacional entre el 18 y el 21 de enero. Cuatro días de paro general en protesta y como forma de solidarizarse con los trabajadores del Frigorífico Nacional. Brito Lima y sus compañeros, con los que después se fundó el Comando de Organización, fueron de la partida y compartieron con firmeza aquellas gloriosas jornadas.
Otro de los fundadores de la Juventud Peronista, Jorge Rulli, sostiene que “Jonh William Cooke no podía caminar ni por la vereda del frigorífico ya que era repudiado por los trabajadores que lo emparentaban más con Frigerio que con Perón. Y en esta actitud los de Brito Lima fueron de los más duros”. (Declaraciones telefónicas de Jorge Rulli al autor).
A su vez, el historiador Pablo Ansaldi recoge estas declaraciones de Rulli:
–Desde un punto de vista peronista, Brito Lima fue un tipo preocupado, un ortodoxo (…) ahora bien, desde el punto de vista de la historia, en la toma del frigorífico Lisandro de la Torre, que es un hecho clave en la historia del peronismo, no es verdad que haya estado John William Cooke, y en cambio sí es verdad que estuvo el Comando de Organización de Brito Lima. Al Sindicato de la Carne lo manejaban ellos. Eso no lo dice nadie porque no podrían explicarlo. Yo no estoy de acuerdo con el Comando de Organización, pero la historia se dio así, porque los de Brito Lima paraban ahí, en el Sindicato de la Carne, y Jorge Borro, el hermano de Sebastián estaba muy influido por el C. de O. Ellos paraban ahí. Esa es la realidad. Los progres han tenido que tergiversar la historia para justificarse. Por eso yo creo que es importante dar la batalla para recobrar los sentidos de la historia, porque si no, lo dejás en el aire. Lo que más molestaba del C. de O. era su estilo, porque tenían estilo peronista. Yo sentía un rechazo hacia ellos, pero Bechi Fortunato siempre me reiteraba: “son horribles, pero son nuestros”. Eran peronistas.
Un tanque contra la huelga
Cuando el Ejército paró un tanque en el portón de la esquina de Tellier y Rodó, el Cura Reborero, de la Iglesia de Murguiondo y Artigas, no lo dejó avanzar. Pero cuando los milicos apuntaron y se dispusieron a disparar, el cura tuvo que correrse. Mi tío Tito, (Vicente León Giglia) que trabajaba en el Frigorífico, me contó que cuando finalmente los milicos tiraron el portón, los laburantes ya habían preparado a las vacas, a los toros, y a los porcinos. De eso nadie habla, nadie habla de los chanchos porque no estuvieron, pero fue un desastre, porque las vacas cortaron el tránsito, mientras los chanchos se metían en las casas, nos cuenta Hugo Viqueira, un militante del C. de O. que por entonces vivía en el Pasaje Pila de Mataderos.
Saúl Ubaldini recuerda los días de la toma del Frigorífico
En un acto peronista realizado en Caseros en 1983, llegamos al club Italiani Uniti con Brito Lima y cuando éste vio a Ubaldini le gritó: –“Eh, Capicúa” ante lo cual Saúl giró inmediatamente, se puso de pie y se abrazó con Alberto, a quien con gesto de cariño le dijo: “¡Capicúa! así me decían en el frigorífico ¿te acordás, y dirigiéndose a mí, dijo: ¡Mamita! ustedes sí que eran bravos, en el frigorífico eran de los más duros. Mirá que hicimos cosas en aquella huelga!”.
Saúl se dirigió a mí confundiéndome con otra persona. Yo no estuve en aquella huelga porque en aquel año apenas tenía seis años. Ubaldini siempre demostró afecto hacia Brito Lima. Lo recordaba como compañero de la escuela primaria de Mataderos y como un luchador de la primera resistencia.
–A fines de 1958, poco antes de que estallara el conflicto en el Frigorífico, un elenco cómico se iba a presentar en el cine-teatro Alberdi, de Mataderos, y entre vecinos del barrio y trabajadores del Frigorífico compraron gran parte de las entradas. Por esos días la avenida Alberdi estaba siendo repavimentada, por lo que, en las inmediaciones, había pilas de adoquines y piedras que comenzaron a caer sobre el escenario en el momento en el que el actor Pepe Arias, comenzó a burlarse del ex gobernador peronista de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Aloé, a quien los gorilas le decían “el caballo”.
Así, en un barrio orillero como Mataderos, entre obreros y curtiembres, y en el partido de La Matanza, al que se llegaba desde Mataderos con sólo cruzar la General Paz, comenzó a amasarse un espíritu refractario a todo aquellos que no fuese auténticamente peronista. Nada sin Perón fue una de las primeras consignas de aquella agrupación, y más que una consigna, fue un estilo de vida. El pensamiento de Perón fue tomando a cada uno de ellos y de ellas, que con amor, fueron trasvasando esa mística en jóvenes de otros barrios suburbanos, como Morón, San Martín, Caseros, Boulogne, Villa Adelina, Moreno, Avellaneda, Lanús, La Boca y se fueron extendiendo como un viento indetenible.
Eran peronistas, como dice Rulli, horriblemente nuestros, como diría Bechi Fortunato, auténticamente peronistas, incluso, para algunos de los que los combatieron. Eran irreductibles. Nada negociaban fuera de Perón. Eran fundamentalistas, no sólo porque decían con fundamento, sino porque todo lo que estaba fuera de Perón lo considerarían malo, y a todo lo que fuera leal a Parón lo considerarían bueno.
La Presidente Isabel Perón recuperó el Frigorífico Nacional. El 30 de septiembre de 1974, en un acto realizado en el barerio de Mataderos, la Presidente Isabel Perón promulgó la Ley 20.755 devolviéndole al estado nacional, “todos los bienes que integran la unidad económica “Frigorífico Lisandro de la Torre”.
*Ejerció el periodismo radial, escrito y televisivo. Fue Secretario General del Partido Justicialista de Tres de Febrero (Consejo Refundador del Partido en la nueva democracia 1983-1985). Es Profesor de Ciencias Políticas y Diplomado en Gestión Cultural en la Universidad Nacional de La Plata. Cursó el posgrado completo de Especialización en Pensamiento Nacional y Latinoamericano del siglo XX en la Universidad Nacional de Lanús.
20/1/2025