*Por Damián Descalzo
“Colocarse en la mejor parte del terreno es ventajoso para una fuerza militar. La
ventaja en una operación militar consiste en aprovecharse de todos los factores
beneficiosos del terreno…
Siempre que un terreno presente barrancos infranqueables, lugares cerrados,
trampas, riesgos, grietas y prisiones naturales, debes abandonarlo rápidamente y
no acercarte a él”
Sun Tzu, “El arte de la guerra”
Las enseñanzas de Sun Tzu
Una agenda propia: elección correcta del terreno de disputa
En este sentido, celebramos el mensaje de Axel Kicillof (AK), en el acto del día de la Soberanía Nacional que se desarrolló en la Vuelta de Obligado. El gobernador bonaerense expuso un discurso que colocó en el centro de la escena dos temas centrales que están íntimamente ligados entre sí: la defensa de la soberanía nacional y la necesidad de proteger la producción y el trabajo argentinos.
En el mismo sitio que tuvo lugar la gesta patriótica, AK reivindicó a Juan Manuel de Rosas (se declaró “rosista” y lo calificó como “uno de los patriotas más importantes de la historia argentina”) y a los héroes de 1845; su vibrante alocución fue una clara y contundente manifestación para instalar una agenda propia, comprometida con la realidad nacional y verdaderamente opositora a la política entreguista del gobierno de Milei.
El gobernador de Buenos Aires realizó una encendida defensa del interés nacional. A orillas del río Paraná, AK criticó la entrega de nuestro amado río por parte del gobierno de Milei, en la licitación anunciada apenas unas horas antes del acto, y reafirmó la intención del gobierno provincial de construir el Canal Magdalena.
Asimismo, hizo una fuerte crítica a la política exterior de Milei: En ese sentido, reprobó que Milei se haya opuesto al ingreso de Argentina al grupo de los BRICS+ (y abogó para que el país se sume a ese bloque en concordancia con su tradición de multilateralismo) y repudió la política de Milei contraria a la unidad latinoamericana por su desprecio al MERCOSUR. Con respecto a nuestras Islas Malvinas rechazó el acuerdo con el Reino Unido, la falta de pronunciamiento sobre los ejercicios militares realizados por los británicos en las islas y la visita a Malvinas de altos funcionarios del Ministerio de Defensa inglés.
Por último, condenó enérgicamente el abandono de la neutralidad argentina en los asuntos
bélicos internacionales, refiriendo que tales actitudes eran “temerarias” y ponían “en peligro a nuestro país” en medio de un mundo que se encuentra en situaciones de guerra.
La protección de la producción y el trabajo argentinos también ocuparon un rol muy destacado en el discurso. Manifestó el gobernador que, en “época renovada de nacionalismos”, es imperioso defender la producción, el trabajo y la soberanía nacionales. Pero, en cambio, la Argentina está padeciendo los delirios ideológicos de un presidente que desprecia la soberanía nacional y está promoviendo un sistema de “saqueo y entrega” de nuestros recursos naturales con el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) y la privatización de nuestra aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas.
En definitiva, fue un profundo mensaje que, lamentablemente, no tuvo la repercusión que merecía (el “aparato” cultural y comunicacional ligado al Movimiento Nacional está excesivamente imbuido de progresismo y los asuntos de soberanía y trabajo no conmueven tanto como otras temáticas) pero es una hoja de ruta a seguir.
Por otro lado, no hay que subestimar a Milei. Sun Tzu tiene, también, reiteradas menciones acerca del peligro de subestimar las capacidades del adversario. Nunca debe tomárselo superficialmente y siempre debe estar bien calibrado porque el precio a pagar por tal error es la derrota. Consideramos que urge la necesidad de medir los riesgos de seguir “corriendo de atrás” a Milei y promover una agenda propia que desnude las enormes limitaciones y falencias del gobierno nacional.
Hay que alejarse del campo de batalla elegido por Milei y establecer el terreno favorable a los intereses de la causa nacional y popular, en defensa de la producción, el trabajo y la soberanía argentina. Por último, hay que recordar de las enseñanzas de Sun Tzu y las lecciones de nuestra propia historia. ¿Por qué motivo Juan Manuel de Rosas y el General Mansilla eligieron combatir en la Vuelta de Obligado y no en otro lugar? Porque era el terreno más favorable para las fuerzas argentinas y el más perjudicial para los invasores anglo-franceses. Sigamos el ejemplo de los patriotas de Obligado.
Que así sea.
*Abogado, magister en Derecho del Trabajo, maestrando en Relaciones Internacionales y especialista en Derecho Constitucional y en Derechos del Trabajo. Docente Universitario . Autor de los libros: Haciendo Justicia Juntos; General Leal Héroe del Polo Sur y prócer de la Patria Grande y de ¿Cómo se gestó el peronismo?: Dios, Patria y Justicia Social, 1943-1944.