Geopolítica

G20: Declaración conjunta sobre economía, pobreza y acción climática

Por Redacción

Los líderes mundiales que asistieron a la Cumbre del G20 en Río de Janeiro firmaron el último lunes una declaración que abarca 85 puntos clave centrados en la situación política y económica internacional, la lucha contra el hambre y la pobreza, el desarrollo sostenible, la transición energética y la acción climática, la reforma de las instituciones de gobernanza global, y la mejora de la eficacia e inclusión dentro del organismo.

En términos económicos, los mandatarios asumieron “la responsabilidad colectiva por la gestión eficaz de la economía global”, reafirmaron su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Del mismo modo,  se hizo mención a la desigualdad, la incertidumbre económica y el “sufrimiento humano” que generan los conflictos bélicos. En cuanto a la desarme, los asistentes expresaron su consenso sobre la lucha por un mundo libre de armamento nuclear, además de condenar el terrorismo “en todas sus formas y manifestaciones”, así como la necesidad de resolver los conflictos de manera pacífica.

Respecto a los ODS, se destacó la urgencia de impulsar los escasos avances registrados hasta el momento hacia 2030. Además, se enfatizó que la desigualdad, tanto interna como externa a los países, es la principal causante “de la mayoría de los problemas mundiales” . En este sentido, los líderes instaron a promover políticas fiscales progresivas y reformar los sistemas económicos para crear condiciones favorables al crecimiento y la atracción de inversiones, tanto públicas como privadas, con el objetivo de mejorar la productividad.

Con relación a los conflictos bélicos actuales, los líderes del G20 reiteraron la necesidad de actuar de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y con otras obligaciones internacionales. En particular, se subrayó la situación “catastrófica” en la Franja de Gaza y la escalada de violencia en el Líbano, además del conflicto en Ucrania.

Se hizo un llamado a ampliar de forma urgente los flujos de ayuda humanitaria y a proteger a los civiles. En cuanto a Palestina, los firmantes reafirmaron su derecho a la autodeterminación y abogaron por una solución de dos Estados, israelí y palestino, además de solicitar un cese al fuego integral.

En cuanto a Ucrania, la declaración recibió con beneplácito las iniciativas encaminadas hacia una “paz amplia, justa y duradera”, en consonancia con los principios establecidos en la Carta de la ONU y con el fomento de relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones.

En el plano institucional, los líderes acordaron reformar el Consejo de Seguridad de la ONU, en concordancia con “las realidades y demandas del siglo XXI”, que buscan corregir la subrepresentación de regiones y grupos de África, Asia-Pacífico y Latinoamérica y el Caribe. También se planteó una reforma similar para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con el objetivo de garantizar que los países en desarrollo tengan una mayor voz en dichos foros internacionales.

En cuanto a los desafíos climáticos, los mandatarios reconocieron la “urgencia y gravedad del cambio climático” y la obligación de “proseguir los esfuerzos para contener el aumento de la temperatura media mundial en 1,5 grados centígrados […] por encima de los niveles preindustriales”.  Asimismo,  se hizo énfasis en la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir el uso de combustibles fósiles y acelerar la producción de “energía limpia, sostenible, justa, asequible”, en línea con los ODS, el Acuerdo de París y la COP28.

 

 

 

19/11/2024

 

 

 

 

 

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