Por Redacción
La Vicaría de Niños de la Arquidiócesis de Buenos Aires celebró el último sábado la Misa Arquidiocesana de Niños en la emblemática Plaza de Mayo, bajo el lema “Jesús multiplica nuestra alegría”. La Eucaristía, que reunió a unas 5.000 personas, fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, acompañado por los obispos auxiliares y varios sacerdotes de la jurisdicción eclesiástica.
Previo al inicio de la misa, el grupo Sagrada Teatro presentó cuatro escenas bíblicas que reflejaron momentos de alegría y fe: la recuperación de la vista del ciego Bartolomeo, el milagro de las Bodas de Caná, el regreso del hijo pródigo y la multiplicación de los panes. Durante su homilía, monseñor García Cuerva subrayó que “Jesús quiere que esa alegría se multiplique. ¿Y cuál es la alegría que Jesús quiere que se multiplique? La que está en el corazón”.
A lo largo de su discurso, el arzobispo también abordó la tristeza que a menudo afecta a las personas en sus vidas diarias, indicando que “a veces en la vida de las personas también es como si fuera un desierto porque la vida de mucha gente es muy complicada, muy difícil”. En este contexto, recordó que “a veces oscurece en el corazón cuando perdemos la alegría”.
El prelado continuó enfatizando que “Jesús se preocupa mucho por nosotros” y que en el Evangelio de ese día, Él desea que “se multipliquen los panes y los pescados; hoy quiere también Jesús que multipliquemos la alegría”. Afirmó que “todos somos alegres”, el arzobispo delineó tres motivos centrales de la alegría de quienes siguen a Jesús: “Aunque haya problemas, yo tengo la alegría en el corazón de que Dios me ama; Dios nos perdona siempre y eso también es motivo de alegría, y Dios quiere que seamos hermanos, Dios sabe que nos necesitamos, nadie puede solo”.
Al finalizar la misa, monseñor García Cuerva dejó una tarea a los niños presentes: “Seguro todos conocemos a alguien que está triste, vamos a pedir en esta Misa por esa persona y esta semana, no pueden pasar más de cuatro o cinco días, tenemos que comunicarnos con esa persona, tenemos que llamarla, tenemos que mandarle un mensajito, tenemos que visitarla y decirle: ‘Te vengo a traer la alegría de Jesús'”.
El arzobispo agradeció la participación de todos y animó a los adultos a “dejarse contagiar por la alegría y el entusiasmo de los niños al estar cerca de Jesús”. La Misa Arquidiocesana de Niños es solo una de las múltiples iniciativas promovidas por la Vicaría de Niños, que incluye material para misas parroquiales, la celebración de Pentecostés por decanatos y la peregrinación mariana infantil en cada vicaría zonal.
Este año, las ofrendas recolectadas durante la misa se destinaron a la Campaña Solidaria “$1.000 para cuidar la vida”, y la recaudación se destinará al comedor de la capilla Virgen de Itatí, en el barrio La Veredita, que atiende a 150 personas de martes a viernes en Villa Soldati.
21/10/2024