Por Redacción
Javier Milei encabezó, el último domingo, un acto para efectivizar el cambio del nombre del Centro Cultural Kirchner, el edificio pasó a llamarse “Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento”. En ese marco, el presidente atacó a la universidad pública y afirmó que “hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y a los ricos”.
Asimismo, arremetió contra el sistema universitario argentino al sostener que “si no quieren ser auditados, debe ser porque están sucios. Podrían permitir que se los audite, ¿no? Acá no está en discusión la universidad pública y gratuita, sino que los recursos son escasos y robar está mal”.
Al mismo tiempo, sostuvo que “Sarmiento tomó el país con una tasa de analfabetismo del 90%, construyó 1800 escuelas y cuadruplicó la población escolar, y producto de tanto su propuesta educativa como del progreso económico que aquella generación liberal aseguro, algunas décadas después la Argentina se convirtió en el primer pueblo de la historia humana en erradicar el analfabetismo”.
El mandatario omitió decir que el curso de las auditorias corresponde a la Auditoria General de la Nación, entidad que carece director porque su gobierno no dispuso nombramiento alguno. Como el habitual, el libertario tergiversó la perspectiva histórica y expresó que “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres a los ricos”.
En esa línea, remarcó: “Hicimos civilización de la barbarie. A pesar del importante rol que supo ocupar Sarmiento en nuestra historia, hay quienes se atrevieron a cuestionarlo después de muerto, pretendiendo instalar un absurdo revisionismo histórico sobre su figura y sobre su presencia, rechazando su enorme legado. Tal como quisieron hacerlo con (Julio Argentino) Roca y muchos otros próceres de esa generación”.
Durante su intervención discursiva, remarcó que “los mismos que llevaron a cabo el intento de demonización contra el padre del aula son los que ahora pretenden rasgarse las vestiduras por la educación y toman a los alumnos de rehenes en sus desesperados intentos por mantener sus privilegios“.
Exaltado, Milei afirmó sin sustento estadístico que “la verdad incómoda es que la educación argentina de la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y los ricos”. En tal sentido añadió que “en un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer, escribir ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad con los recursos, la cultura y el tiempo para poder estudiar”.
La semana anterior, Milei había generado controversia con un error matemático en su cuenta de X, al criticar la relación entre estudiantes y empleados de la Universidad Nacional de Rosario. Al referirse a los datos proporcionados por el rector Franco Bartolacci, que mencionaba 85 mil alumnos y 10.500 empleados, el presidente calculó erróneamente: “¿8 empleados por cada alumno? Se los dejo para pensar”, cuando en realidad la proporción correcta era de un empleado por cada 8 alumnos.
Durante su intervención en la inauguración del ahora renombrado Palacio Libertad, Milei aseguró en un discurso sobre ideologizado que “los mismos que intentaron demonizar a Sarmiento son los que ahora pretenden defender la educación, utilizando a los estudiantes como rehenes para mantener sus privilegios”.
El cambio de denominación del ex Palacio de Correos, anteriormente conocido como el Centro Cultural Kirchner, fue oficializado la semana pasada a través del DNU 897, en coincidencia con el aniversario de la asunción de Domingo Faustino Sarmiento como presidente en 1868. Según Milei, esta medida es “uno de los primeros pasos para cambiar la historia”, con el objetivo de “enaltecer la figura de nuestros más grandes próceres y dejar atrás el culto a los políticos que arrastraron al país a la decadencia y la humillación”.
14/10/2024
