Producciones AGN

La táctica con buena preparación “mata” billetera

*Por José Luis Ponsico

En los años 60, Osvaldo Zubeldía, DT de Estudiantes de La Plata, produjo una revolución táctica. Ocho juveniles de una Tercera que quedó en la historia “Pincharrata” (Poletti, Aguirre Suárez, Malbernat, Manera, Pachamé, Mercerat, Bedogni, Mateos, Echecopar, Flores y Verón), junto a los “fogueados” Madero y Bilardo, que estudiaban Medicina, ganaron todo.

La táctica y la preparación física fueron uno de los secretos. En la etapa gloriosa, Zubeldía tenía como preparador físico al Profe Enrique Kistenmacher, uno de los precursores de la pretemporada en el fútbol argentino. Estudiantes inauguró Necochea, donde con el tiempo iban todos los planteles. Atletismo en playas desiertas.

A 60 años de aquella “revolución”, que siguieron otros (“Toto” Juan Carlos Lorenzo, uno de ellos, en San Lorenzo y Boca), el fútbol argentino, que brilló en los 40 y 50 con futbolistas que hacían de la gambeta y el freno el arte del juego, se emparejó. Los directores técnicos estudiaban a los rivales. Todo se igualó. Estudiantes completó un ciclo multicampeón: Metropolitano 67, tres Copas Libertadores y Mundial Interclubes 68.

Todo esto para entender cómo Ñuls, el “débil”, no daba ninguna ventaja al “fuerte” River en toda la primera etapa, donde el visitante ahogó el juego del equipo de Marcelo Gallardo, extrañamente estático. Sin conexiones rápidas ni diagonales en el ataque. Sometido al rigor físico de un adversario joven y valiente. El cero a cero dejó en silencio al Monumental.

No funcionó el pibe Franco Mastrantuono, zurdo cerrado, tirado como puntero derecho, obligado siempre a girar hacia adentro, como yendo a la Av. 9 de Julio a las seis de la tarde. Multitud de camisetas rojinegras.

Lo que quería el “Gallego” Méndez era evitar conexiones entre los que podían desequilibrar. No hubo diagonales; Maxi Meza y el rubio Colidio sin poder ubicar al colombiano Borja para el gol. River, anulado.

Gallardo metió al “Diablito” Echeverri y al rato a “Manu” Lanzini. Los ingresados se asociaron mejor con Meza y Colidio, y revivió Borja. Otro River, que lo pudo ganar. Ñuls, después de los 20′ ST, miraba el reloj como esos boxeadores que gastaron toda la energía.

Sin embargo, solo una pelota al claro de Lanzini -pase de Ermindo Onega en los 60- para la subida de Meza, dejó solo a Borja. No le llegó bien el pase. En el resto, el guaraní Gustavo Velázquez, síntesis de Celso Ayala y Julio Cáceres, yendo a la historia de defensores paraguayos impasables, no falló nunca. En los relevos, cruces, ganando de alto. Invencible.

Hubiera ganado River, pero Ñuls, por su esfuerzo y valentía, no merecía perder. El entrerriano Meza, jugador de buena técnica y habilidoso, no lo podía creer. Había hecho un pique a fondo en el final del partido. Una pelota filtrada de Lanzini, puesta como un lanzamiento de precisión.

Unos días antes, le había puesto una pelota al claro a Santiago Simón contra Talleres, un pase milimétrico al estilo de Riquelme o Bochini, y esta vez, teniendo al cafetero solo en el punto del penal, erró el pase. Esto es fútbol, diría cualquier relator. Antes y ahora.

Pero no termina ahí el asunto. Volviendo a Zubeldía, “Primer Adelantado” del Río de la Plata, el “Pedro de Mendoza” del fútbol táctico, hoy el escenario muestra otros ribetes: Huracán y Vélez punteros, sin “estrellas”. El “globito”, sin el fútbol “champagne” del equipo de César Menotti en el 73.

El DT Frank Darío Kudelka, enrolado entre los “tácticos” desde siempre, hizo ascender a Talleres de Córdoba hace casi dos décadas. Luego tuvo ciclos positivos en Huracán, Lanús, entre otros clubes de la AFA. Estudioso, astuto, carece de antecedentes como futbolista. Pudo hacerlo en un club de barrio, en el norte de Santa Fe. De pibe. No es desmérito. Menos, hoy.

Entre los aciertos de la conducción de Huracán llegaron los chilenos Rodrigo Echeverría y William Alarcón, ahora figuras que están en la selección trasandina, “La Roja”, del argentino Ricardo Gareca. Con ellos, un todo terreno, Federico Fattori, que hizo inferiores en Ferro. Hoy lo extrañan en la Catedral Verdolaga.

Gustavo Quinteros, defensor de San Lorenzo en los 90, dirigió en varios países. Un DT estudioso. Cambió la fisonomía de Vélez, que hace un año estaba con serias falencias en la conducción del club, lo que arrastró al plantel a zona de descenso. Quinteros arregló todo.

La “V”, sin el brillo de los tiempos del cordobés Daniel Willington, defiende con rigor y pasa al ataque con velocidad y diagonales de los atacantes. Un mediocampo de lujo: Christián Ordoñez y el zurdo Agustín Bouzat, ex Boca, con un paso exitoso por el fútbol de Chile. De ahí lo trajo Quinteros. Hallazgo.

Arriba, Claudio Aquino, Francisco Pizzini y Braian Romero llegan por la habilidad del “chiquilín” Thiago Fernández, que limpia el camino para los atacantes. Por su parte, Huracán tiene un mediocampo con onda europea, con los chilenos Echeverría y Alarcón, y un Fattori que dicen que “regaló” Ferro, el club de sus comienzos.

Hasta no hace mucho, sorprendía Independiente Rivadavia de Mendoza. Su DT, un poco conocido, Martín Cicotello, que llegó luego de dirigir Unión La Calera de Chile, para un amistoso, y su equipo goleó a River (4-0) con suplentes, en Mendoza.

Hace tres semanas, tuvo contra las cuerdas a Boca en Cuyo. Recién en el minuto 95 empató Christián Medina, luego de un gran pase de Miguel Merentiel, cuando el triunfo de la “Lepra” mendocina parecía inamovible.

Antes, Sebastián Villa, ex Boca, cuestionado por su vida privada, había malogrado un penal de los mendocinos. No repitió Independiente Rivadavia y Cicotello debió renunciar, en la calesita de los técnicos que dejan el cargo tras buenas y malas. Como pasó con Pablo Guede en Argentinos Jrs., que en el torneo anterior disputó semifinales.

En la “Copa Argentina 2024”, River quedó eliminado ante Temperley por penales, lo mismo Racing, cayendo ante Talleres de Remedios de Escalada, ambos en la B Nacional. Todo indica que “táctica” mata billetera. Antes y ahora. En River y Boca, cuando Estudiantes “tocó el Cielo”, los planteles de los “grandes” no podían perder.

El recuerdo remite a River en la Copa de las Naciones: Amadeo Carrizo, José Ramos Delgado, José Varacka, Ermindo Onega y Luis Artime. El club de Núñez tenía a dos uruguayos célebres, Roberto Matosas y Luis Cubilla. En Boca brillaban Antonio Roma, Silvio Marzolini, Antonio Ubaldo Rattín, Norberto Madurga, Ángel Rojas, Alfredo Rojas, pero ganaba el Pincha.

Otros tiempos. Pero la cuestión táctica, a veces, anula el juego-arte. Táctica mata billetera. Al menos, Ñuls lo puso en práctica el domingo en el Monumental ante 85 mil hinchas de River. El Gallego Méndez sobrevive. El Muñeco Gallardo repasa. El fútbol argentino es único.

 

 

 

*Columnista La Señal Medios, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular, AGN-Prensa y El Retrato de Hoy.

 

 

 

28/8/2024

Subir