Por Redacción
En un alto en sus vacaciones, el papa Francisco se trasladó a Ostia, en los suburbios de Roma, para visitar el parque de atracciones Luna Park. El Pontífice hizo este viaje el último día de julio para encontrarse con Sor Geneviève Jeanningros, la sobrina de Léonie Duquet, una de las dos monjas francesas secuestradas y asesinadas durante la última dictadura en Argentina por orden del represor Alfredo Astiz.
Francisco realizó esta visita para reunirse con feriantes y trabajadores del circo, una comunidad que ha sufrido significativamente desde la pandemia de COVID-19 y que, según algunos representantes, a menudo es marginada. La visita del Papa, quien ya había estado en el parque en 2015, buscó expresar su apoyo y gratitud a estos trabajadores por su capacidad de hacer sonreír a la gente en tiempos de guerra, crisis y dolor social.
El motivo principal de la visita fue la bendición de una estatua de la “Virgen protectora del espectáculo ambulante y del circo”, ubicada en el interior del parque. Francisco se detuvo frente a la imagen de escayola de la Virgen, colocada sobre una columna, y realizó la señal de la cruz. La ceremonia incluyó el saludo de la Hermana Geneviève Jeanningros, de la Congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús, quien organizó la visita. Jeanningros, apodada cariñosamente “enfant terrible” por el Papa, ha trabajado durante más de 50 años en una pastoral con grupos marginados.
La visita cobra relevancia en el contexto de la reciente controversia generada por la visita de diputados de La Libertad Avanza a Astiz en la cárcel de Ezeiza, lo que provocó indignación y quejas en el Parlamento. En tal sentido, ya en el ámbito local, legisladores de la oposición peronista y del radicalismo criticaron la visita de los diputados libertarios Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo al penal de Ezeiza, donde se entrevistaron con Astiz y otros genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad.
Antes de su condena a perpetua en 2011, Astiz había sido condenado en ausencia en Francia por la desaparición de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet. Por lo que la visita del Papa, en contraste con las recientes polémicas, de cierta manera resalta el compromiso continuo con la memoria, la verdad y la justicia.
2/8/2024