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Venezuela situada

Por Redacción

No es posible comprender lo que ocurre en un país si no se logra situar su escenario interno y externo en el plano global, general. La campaña anti-venezolana ha sido muy fuerte y ello redundó en la construcción de un sentido común que subestimó las capacidades organizativas del pueblo venezolano y también el ejercicio de su soberanía al elegir su destino político. De cierta manera, el último triunfo de Maduro puede inscribirse en esa línea: en la del fracaso de la guerra cognitiva.

Francisco González, especialista en integración de la Universidad Central de Venezuela, explicó a AGN Prensa que desde la noche del sábado “ya veíamos gente en los centros electorales. La gente tiene una gran vocación de participación y eso ha hecho que salga masivamente”.

Asimismo, el proceso electoral en Venezuela debe ser ubicado en el contexto del bloqueo que sufre el país. Al mismo tiempo, sostuvo que la situación petrolera “permeó en la situación económica del país: Si bien estamos mejor que en 2019, comparando con el difícil 2019, donde casi fuimos invadidos, donde se produjo casi una guerra internacional con el país. Incluso, lo que hay que ver es que en ese momento había una gran vocación abstencionista por parte de un sector, quizá, más radical de la extrema derecha venezolana”.

González señaló que durante este período “hemos visto que la extrema derecha ha variado de una situación anterior a jugar la abstención a hoy en día a tener que optar por un candidato con una contundencia tremenda. Por eso hemos visto que han participado los medios internacionales y salen medios y en las redes sociales”.

“La fuerza de la democracia protagónica de la mayoría del pueblo venezolano ha empujado a que ese sector se meta en el redil, en el carril electoral. Eso es importante, eso es un logro porque eso no estaba. El pueblo venezolano en resistencia y en la presión de esa fuerza ha hecho que los radicales tengan que meterse en el carril electoral”, puntualizó el analista político.

Al ser consultado sobre el rol de Estados Unidos en este contexto, señaló que “el pragmatismo estadounidense a partir de Biden en los últimos años, con el tema de la guerra internacional en Ucrania, ha tenido que buscar mercados alternos a su propio mercado interno. Lo cierto es que ha tenido que buscar petróleo venezolano para poder operativizar su propia economía interna. Eso ha hecho que impere cierto pragmatismo y le ha dado licencias a ciertas inversiones de empresas de Estados Unidos y de otros países”.

En esa línea, González remarcó que “sin embargo, las sanciones siguen ahí, eso es lo real. Entonces, el impacto de esta elección sí permea sobre la realidad estadounidense. Hemos visto en la campaña electoral que Trump utilizó a Venezuela, pero no es nuevo. Eso ya pasó en el ’19 cuando él era presidente y ya lo hacía”.

Al respecto, añadió que “Trump descontextualiza la realidad venezolana, hay responsabilidad desde su propia política cuando él era presidente y había secuestrado a la empresa Citgo que tiene más de cuatro mil, cinco mil estaciones de servicio en Estados Unidos y unas refinerías que procesan el petróleo venezolano para Estados Unidos”.

González insistió en resaltar la importancia de ubicar la situación venezolana en el contexto del bloqueo que ejerce Estados Unidos. En este escenario recordó que personajes como María Corina querían destruir al país, querían una invasión y una guerra internacional contra el país. En tal sentido, sostuvo que si bien la derecha radicalizada no cree en el sistema democrático, se vio obligada por la presión popular a participar de las elecciones y reconocer la democracia en Venezuela.

 

 

 

 

29/7/2024

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