Por Redacción
En el marco del 1500 aniversario del culto a la venerada imagen de Santa María in Portico – Romanae Portus Securitatis, el Papa Francisco envió un mensaje al padre Antonio Piccolo, Rector General de la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, donde abogó por la paz y ratificó el llamado a estar con los pobres. La celebración destaca a la Virgen Santa como un símbolo de protección para la Ciudad Eterna, el Pontífice aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la paz y a la caridad en tiempos de crisis.
El Papa Francisco invitó a la familia religiosa a “cuidar y promover el valor de acoger a los pobres y a los últimos, ofreciendo consuelo y ayuda a las múltiples formas de indigencia que caracterizan nuestra vida”. En su carta, el Pontífice subrayó la importancia de “invocar la paz y convertirse en constructores de paz” al observar el escenario actual de violencia y conflicto.
La carta del Papa Francisco recuerda cómo Santa María in Portico se reveló en un momento difícil para la Iglesia. La Virgen extendió su manto sobre el Papa Juan I, quien sufrió y murió por la paz sin renegar de la fe, siendo rehén de complots políticos y guerras fratricidas. Este acto de protección es visto por el Papa como un faro luminoso que ha guiado a los fieles a “puerto seguro”.
En su mensaje, Francisco reflexionó sobre la historia del culto a Santa María in Portico, nacido a raíz de una “prodigiosa manifestación de la Madre de Dios” el 17 de julio de 524 en la casa de San Galla, un patricio romano, en presencia del Papa Juan I. El Pórtico de San Galla, que acogía a pobres y peregrinos, se convirtió en un santuario mariano y hospicio de caridad.
El Papa exhortó a los Clérigos Regulares de la Madre de Dios a que “cuiden y promuevan el valor de la acogida a los pobres y a los últimos”. Les animó a que los lugares que habitan y las iglesias sean “un pórtico abierto al mundo”, ofreciendo consuelo y socorro a quienes más lo necesitan.
El mensaje también destaca la misión de la Congregación fundada por San Leonardi, la Congregación de los Sacerdotes Reformados de la Bienaventurada Virgen María, cuyo objetivo es devolver a la Iglesia “el lustre apostólico de sus orígenes”. Francisco reafirmó el llamado a tener a Cristo en el centro de todo y exhortó a la Congregación a un celo misionero mayor y a un continuo progreso en la vida espiritual.
“¡Cristo, ante todo, Cristo en el centro de todo, Cristo la medida de todo! Cristo única medicina capaz de curar los males de la Iglesia y de los hombres”, concluye el Pontífice en su misiva, alentando a los miembros de la Congregación a seguir el ejemplo de su Santo Fundador y a buscar siempre la gloria de Cristo.
19/7/2024
