Por Redacción
A través del Decreto 107/2024 el Gobierno Nacional postergó hasta marzo el aumento al impuesto a los combustibles líquidos. No obstante, la mayoría de las petroleras decidió un incremento de los precios en los surtidores, que alcanzaron incrementos entre el 6 y el 11 %. El incremento que grava a los combustibles estaba congelado desde julio de 2021, el oficialismo decidió ajustar el “atraso” de 2021 y 2022 y diferir el de 2023.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) había anticipado la suba del impuesto y su consiguiente impacto, calculando aumentos en los precios de hasta un 25%. A pesar de que los planes del Gobierno se trasladaron para marzo, desde la noche anterior las petroleras comenzaron a remarcar los precios.
En promedio, se han observado incrementos del 6% en la nafta y el gasoil de YPF, Shell y Puma Energy, con picos de hasta el 6,5%. De esta manera, los precios se sitúan por encima de los 744 pesos para la nafta súper, 918 para la nafta premium, 784 pesos para el gasoil súper, y 998 pesos para el gasoil premium.
Desde noviembre hasta la fecha los combustibles subieron un 140 %, el proceso de aceleración de precios se vio favorecida por la liberación de los mismos propuesta por el gobierno de Javier Mileri. El Decreto emitido con la firma del Ministro del Interior, Guillermo Francos y del titular de Economía, Luis Caputo, estableció que “iniciar un proceso de regulación de los incrementos remanentes” por cual “resulta razonable diferir parcialmente sus efectos, así como los de la actualización correspondiente al cuarto trimestre calendario del año 2023, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”.
Con esta suba, los precios en los surtidores registran un incremento global del 86 % desde que asumió la presidencia Javier Milei, lo que tuvo un impacto negativo en la venta de combustible del 10 % interanual en diciembre. Los incrementos se repartieron en un 38 % , en 27 % y en 6,5 %. A partir de marzo se esperan nuevos aumentos.
1/2/2024
