Por Redacción
Los directores regionales de Naciones Unidas: Laila Baker, titular del Fondo de Población en Medio Oriente; Adele Khodr, representante de UNICEF y Ahmed Al-Mandhari, de la Organización Mundial de la Salud, afirmaron en las últimas horas a través de un comunicado conjunto que “se necesita una acción internacional decisiva ahora para asegurar un alto el fuego humanitario inmediato, evitar más pérdidas de vidas y preservar lo que queda del sistema de atención médica en Gaza”.
Tras de 36 días consecutivos del bombardeo israelí por tierra, mar y aire, contra la población civil en la Franja de Gaza, los asesinatos ascienden a 11.078 personas y más de 27.490 heridos. Entre los fallecidos se encuentran 3.027 mujeres y 678 ancianos. Según el parte del Servicio de Salud palestino hasta el momento se han registrado 2.650 desaparecidos y que 1.6 millón de personas han sido desplazadas: 15 % de ellas padecen capacidades diferentes.
La Ministra de Salud, Mai Al-Keileh, denunció que “el hospital Al-Shifa fue bombardeado, y se le cortó el suministro de electricidad. El cuarto piso del Hospital de Obstetricia y Ginecología y las clínicas para pacientes ambulatorios fueron bombardeados. No hay suministro de energía en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, donde 39 niños están amenazados con una muerte inminente, fueron aislados”.
En este marco, las y los funcionarios de la ONU aseguraron que “el mundo no puede permanecer en silencio mientras los hospitales, que deberían ser refugios seguros, se transforman en escenarios de muerte, devastación y desesperación”.
Asimismo, señalaron que los ataques a unidades médicas y sanitarias “son inaceptables y constituyen una violación del derecho y los convenios internacionales humanitarios y de derechos humanos. No se pueden tolerar. Nunca se debe negar el derecho a buscar asistencia médica, especialmente en tiempos de crisis”.
El Secretario General de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, manifestó que “no puede haber justificación para los actos de guerra en los centros de atención de salud, dejándolos sin electricidad, alimentos o agua, y disparando contra pacientes y civiles que intentan huir. Esto es inconcebible, reprensible y debe parar. Los hospitales deben ser lugares de mayor seguridad y quienes los necesitan deben confiar en que son lugares de refugio y no de guerra”.
13/11/2023