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UTEP: “Sin poder popular no hay justicia social y sin comunidad organizada no hay proyecto nacional”

Por Redacción

Miles de trabajadores y trabajadoras de la economía popular peregrinaron desde San Cayetano hacia la intersección de la Avenida de Mayo con la 9 de Julio, en el marco de la tradicional jornada religiosa que se celebró este último 7 de agosto. En ese contexto, con la reivindicación del magisterio del Papa Francisco, los Movimientos Populares, reafirmaron el derecho a la tierra, el techo y el trabajo “en cantidad y calidad suficiente para la vida digna”.

El pasado martes 2 de agosto, miembros de la UTEP y del Grupo Misioneros de Francisco inició la peregrinación desde Luján a Liniers. Desde allí, se movilizaron el último domingo hacia el centro porteño donde se realizó un acto que contó con oradores como Gildo Onorato, Norma Morales, Juan Carlos Alderete, Dina Sánchez y Esteban “Gringo” Castro.

En ese contexto, las y los trabajadores de la economía popular, denunciaron que “en estos tiempos dónde arrecia la pobreza y se ha profundizado la persecución judicial contra los movimientos populares reivindicamos nuestra unidad en la diversidad para la defensa de los intereses de los de abajo”.

A través de un documento, que fue leído durante el acto, manifestaron que “los ataques judiciales que sufrimos son lawfare contra los pobres que implica un altísimo grado de violencia física y simbólica, el desprestigio y el ataque mediático a dirigentes, militantes de base y organizaciones sociales”.

“En este contexto, redoblamos nuestra convicción de que sin poder popular no hay justicia social y sin comunidad organizada no hay proyecto nacional”, afirmaron y añadieron: “Queremos aprovechar esta ocasión para darle visibilidad también a nuestro trabajo y romper el mito de que vivimos de un “un plan””.

Asimismo, detallaron que “muchos de nosotros y nosotras -aunque lamentablemente no
todos- percibimos un Salario Social Complementario precisamente porque trabajamos, precisamente porque hemos convertido esos “planes” en “trabajo genuino” hace ya mucho tiempo”.

En esa línea ratificaron que a dichos mal llamados “planes” “los convertimos en unidades productivas de reciclado, de costura, de construcción e integración urbana, empresas recuperadas, agricultura familiar, campesina e indígena, en grupos comunitarios de cuidados, educación, deporte, salud, recuperación de adicciones, reinserción de liberados”.

De este modo, destacaron: “Hemos hecho miles de kilómetros de veredas, desagües, cloacas, tendidos eléctricos; hemos recuperados miles de toneladas de plástico, papel, cartón, vidrios y metales; hemos confeccionado millones de remeras, pantalones, camperas, uniformes, calzados, kits sanitarios o escolares”.

Las trabajadoras y los trabajadores de la economía popular, describieron en tal sentido que “hemos construido miles de viviendas, polideportivos, centros comunitarios, mejoramientos habitacionales; hemos producido toneladas de frutas, verduras y otros alimentos para nuestro pueblo; hemos alimentado barrios enteros durante la pandemia; estamos abrazando a los pibes y pibas dónde ni el mercado ni el estado llegan para educar, cuidar, rescatar, reinsertar o sanar”.

Al mismo tiempo, reafirmaron que “eso que hacemos es trabajo y es genuino. Lo que nos falta no es trabajo. Lo que nos faltan son derechos laborales, medios para mejorar nuestro trabajo, nuestra producción, nuestra vida y la de millones de argentinos que como nosotros y nosotras no tienen lugar en las cadenas de valor del capitalismo global pero que defendemos nuestro derecho a vivir, trabajar y ser felices”.

En este marco recordaron que a partir de los descrito “promovemos la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo que, junto a las conquistas vigentes como el Salario Social Complementario, el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, el Registro Nacional de Barrios Populares, la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar, entre otros, constituyen nueva institucionalidad que nos permita a los excluidos avanzar en ese sentido, seguros que si los últimos tenemos la posibilidad de conquistar un buen vivir, todos los argentinos tendremos la posibilidad de vivir bien”.

Por ello, destacaron que se hace necesario “reconocer institucional y económicamente a nuestro sector. Para lo primero, se requiere la creación de una nueva institucionalidad que refleje nuestra realidad actual. Hemos propuesto institucionalizar políticas de trabajo y producción que realizamos en zonas urbanas y rurales”.

De modo tal, agregaron que “para lo segundo, se requiere un reconocimiento económico del Estado que acompañe el aporte al PBI que ya hacen todos los llamados “trabajadores sin derechos” muchos de los cuales viven en la indigencia”.

Por último, desde la UTEP remarcaron que “esta Ley General expresa la Agenda de Tierra, Techo y Trabajo que construimos los movimientos populares de todo el mundo junto al Papa Francisco. En los capítulos y títulos subsiguientes puede verse en forma sintética los temas más urgentes que exigimos al Congreso Nacional tratar durante los próximos meses”.

 

 

 

 

 

8/8/2022

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