Por Redacción
El 17 de junio de 2017 el buque pesquero Repunte se hundió cerca de las costas de Rawson, en la Provincia de Chubut, en medio de un temporal. De los once miembros de su tripulación solo dos sobrevivieron. A casi cinco años de la tragedia los familiares de los trabajadores del mar aun reclaman por justicia, dado que la confluencia de una serie de factores que abarcan desde la desidia estatal, hasta la inacción de controles de la Prefectura, junto al mercantilismo empresarial, desencadenaron los lamentables acontecimientos de aquel día luctuoso.
Como todos los meses, como cada 17, los familiares, integrantes de la organización Ningún Hundimiento Más, se manifestaron en las inmediaciones del Puerto de Mar del Plata para pedir avances en la causa judicial que se tramita en Rawson y justicia. A ese pedido le sumaron la exigencia para que los trabajadores portuarios y pesqueros sean vacunados contra el COVID-19.
La convocatoria fue hecha por la organización de familiares en frente de la sede de Prefectura, en el Capss Puerto. Allí expresaron: “Para nosotros no es un día más, para nosotros es otro 17 que seguimos reclamando Justicia para las 10 víctimas del hundimiento”.
“Seguimos reclamando a una Justicia que nunca llega y que parece que cerró los ojos para encontrar a los responsables de tantas muertes y que nunca termina de resolver la problemática de las familias de los desaparecidos y la entrega de los certificados de presunción de fallecimiento”, expresaron desde Ningún Hundimiento Más.
Los familiares manifestaron “tenemos muy claro de que hay intereses enormes para que esta causa no avance, porque quedaría en evidencia el entramado de corrupción que permite que barcos como el Repunte, saliera a navegar”.
Al mismo tiempo señalaron que “no somos utópicas, pero estamos convencidas que este sistema de muerte tiene que cambiar. Que los trabajadores tienen que tener todos los elementos de seguridad para realizar su tarea, que el trabajo no tiene que ser un lugar de muerte”.
En tal sentido, precisaron que “hoy también reclamamos que todos los trabajadores de la pesca y portuarios sean vacunados contra el COVID-19, que los barcos con más de 25 tripulantes lleven enfermeros a bordo y que todos los puertos unifiquen los protocolos cuando hay tripulantes con síntomas”.
Por último, enfatizaron que “esto está muy relacionado con nuestra lucha, porque uno de los ejes es que se trabaje en la prevención de lo que se puede evitar. ¡No queremos llorar más muertos!!”.
Durante todo este tiempo los y las familiares de la tripulación del Repunte convivieron con el dolor, el maltrato por parte de la autoridades, el silencio social y las promesas incumplidas. Sin embargo, en ese contexto juntos y juntas, iniciaron un proceso de integración que les permitió trocar la angustia en fortaleza para gestar una lucha que se sostiene en el tiempo para que estas tragedias evitables no vuelvan a ocurrir.
En este proceso aprendieron y enseñaron. Desde esos pilares fortalecieron su lucha y la hicieron visible al tiempo que legaban un mensaje a la sociedad en su conjunto: Las tragedias y la injusticia no pueden ser naturalizadas en función de preservar los intereses económicos de las corporaciones y la política no puede vivir de espaldas al mar, así como la sociedad tampoco. Pasaron casi cinco años pero hoy, sobre todo hoy en este contexto de pandemia, el mensaje de Ningún Hundimiento Más cobra vital importancia porque nada es más importante que la vida.
18/5/2021