Por Redacción
El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana dio a conocer, el último jueves, los resultados del informe Indicador Barrial de Situación Nutricional. Los datos más relevantes denotaron que el 42,1 % de los niños, niñas y adolescentes de 2 a 18 años presentan malnutrición.
En el informe del ISEPCI para el primer semestre de 2021 dio cuenta que el 39,2 % de los niños, niñas y adolescentes padecen malnutrición por exceso: 18, 6 % por sobrepeso y el 20,6 % por obesidad. En tanto, el 2,9 % sufre bajo peso.
Asimismo la investigación detalló que “el mayor grado de malnutrición, se evidenció entre quienes tienen 6 a 10 años, ya que de acuerdo al IMC/EDAD el 49,1% presenta malnutrición. En el 2019 era un 43,8%; es decir, en casi dos años en este rango de etario la malnutrición se incrementó 5,3 puntos porcentuales”.
Por otro lado se remarcó que “el mayor incremento de malnutrición, se registró entre quienes tienen 10 a 18 años. Ello, toda vez que en el 2019 según el IMC/EDAD presentaban malnutrición el 40.4% de les jóvenes y en esta oportunidad fue de 46,4 %; lo que implica un aumento de 6 puntos porcentuales”.
Isaac RUDNIK, Director Nacional del ISEPCi, explicó durante al presentación del informe, que se realizó de manera virtual, que el mismo representa “la evolución de la situación de malnutrición en niños/niñas y adolescentes a lo largo de todo el país sobre todo en las familias con menores recursos; familias que viven en una situación complicada, ya que asisten diariamente o semanalmente a comedores comunitarios para obtener una ración de comida que les permita completar la alimentación básica”.
Por su parte la Coordinadora Nacional del Área de Salud Colectiva del Instituto, Laura LONATTI, puntualizó que “la malnutrición también abre las puertas a enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes y la obesidad, comprometiendo el presente y futuro de les niños/as y adolescentes de las familias pobres de la Argentina”.
“Es necesario la ampliación de los programas alimentarios existentes; la mejora de la calidad nutricional con incorporación de alimentos frescos carnes, huevos, frutas, verduras y lácteos; la equiparación de los montos de los programas de empleo de la economía popular al valor de la CBA; y la jerarquización de acciones preventivas de detección precoz de malnutrición y monitoreo del crecimiento para la protección y cuidado”, enfatizó la coordinadora.
Federico Ramírez Aufgang, miembro del equipo técnico del Área de Salud Colectiva del Instituto, explicó que “en el último tiempo el consumo de carnes, verduras y frutas sufrió una
reducción en todos los casos, además en el caso de las frutas y verduras se redujo la ingesta diaria de dichos alimentos y al mismo tiempo la cantidad de familias que realiza las 4 comidas solo representa al 55% de los datos, mientras que un 19% solo accede a 2 comidas diarias o menos”.
A su turno, el Médico pediatra, Magister Scientificae en Nutrición con énfasis en Salud Pública
Materno-Infantil, Enrique Abeyá Gilardón, subrayó que “el haber aumentado más o menos un 6% el exceso de peso es muchísimo. Eso es lo que demuestra la gravedad del problema de malnutrición”.
Agustín Salvia, Director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina – UCA, remarcó que el “problema se agrava, si se tiene en cuenta que incluso, en aquella población que de alguna manera es apoyada por una asistencia directa en materia de alimentación o nutrición presenta malnutrición”.
El representante de la UCA añadió que ha quedado en evidencia “la insuficiencia que tiene nuestro sistema de protección alimentaria para garantizar una buena nutrición, una buena alimentación y una salud alimentaria a millones y millones de niños y niñas en este país. A los sectores más pobres y vulnerables”.
Por último, la Directora General de Información Social Estratégica del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Marcela Rebón, precisó: “Para nosotros la información que genera ISEPCI, en cada una de las instancias que hemos podido compartir, nos ha resultado fundamental para los que es el monitoreo que realizamos desde el Ministerio de Desarrollo Social de la situación nutricional de los niños, adolescentes y sus familias”.
“Lo valioso de este tipo de estudio, no solo por la información que aporta, es que ha puesto en juego la participación social, la acción de la comunidad y el trabajo en el territorio, es un esfuerzo enorme”, concluyó la funcionaria.
23/4/2021