Pensamiento Nacional

“Es fundamental llevar adelante una revolución desazonzadora”

Por Gustavo Ramírez

La impronta del pensamiento nacional rompe los círculos cerrados de lo que Arturo Jauretche calificó como la “intelligentzia“, que no es más una intelectualidad orgánica a la oligarquía. Los intelectuales funcionales al régimen colonizador han propagado, como virtudes del desarrollo capitalista,  las proposiciones elaboradas por la matriz imperial a fin de construir un sentido común que justifique la dominación cultural, política y económica.

Sobre estas y otras cuestiones reflexionamos con Fernando Maurente, referente de la Izquierda Nacional Sanmartiniana. Pensar lo nacional desde diversas perspectivas puede prestarse a confusión si no se tiene en claro cual es la identidad del enemigo, no obstante, el conocimiento popular tiene en claro sus objetivos en términos de la unidad de concepción. Veamos.

AGN Prensa Sindical- Si partimos del pensamiento de Abelardo Ramos, que pensó en la Nación Latinoamericana, se podría afirmar que el actual proceso de crisis puede abrir una puerta de oportunidad para gestar el inicio de un proceso distinto para la región. Sin embargo, seguimos atados una mirada regional unipolar ¿Cómo observas estás circunstancias y cuál es el pensamiento que se necesario para empezar a desarrollar la compresión de Argentina en el contexto internacional?

Maurente– Para nosotros, la Nación Indo Americana o la América criolla, es una Nación.  Precisamente, se constituye en Nación a partir de dos elementos fundamentales: una es la historia común y la otra, por supuesto, el idioma, el castellano que nos unificó a todos. Ahora, si vamos hablar de la situación en la que se encuentra nuestra América criolla, uno puede llegar a decir que está alejada del objetivo estratégico e histórico de la izquierda nacional  planteada por Abelardo Ramos.

Pero bueno, mi maestro  planteó también  una cuestión estratégica que va más allá de la cuestión biológica. Esto es una cuestión histórica, en la que  hace 300 años o un poco más que estamos, donde  se nos ha aplicado la “doctrina Jack”.   Alguien decía pero Maurente, no la encuentro en google. No,  esa es una locura mía. La “Doctrina Jack”  es algo así como,  las mil partes en que nos dividió Gran Bretaña y ahora, por supuesto, Estados Unidos. Este es un, como decía Cesare Pavese un  “corsi e ricorsi”,  avance y un retroceso, o como decía Abelardo Ramos parafraseando a Vicente López en Carta San Martín, revolución y contra revolución.  Ahora alguien le preguntó a Ramos: Bueno, pero cómo se resuelve la cuestión de la revolución y la contra revolución.  Ahí la superación dialéctica es la revolución. Acá hay una revolución pendiente, avanzamos, retrocedemos. Ni el enemigo ha logrado destruirnos, ni nosotros lo hemos logrado con el enemigo,  ahí estamos. 

Da la impresión que no podemos escapar del eje vertebrador del imperio que nos sujeta como semicolonia. Ahora, en ese espacio de semicolonia, da la impresión que en los últimos tiempos o desde el comienzo de la democracia para acá, no hemos podido, tampoco, recuperar nuestra identidad plebeya. ¿Crees que eso nos marca también, no solo en términos culturales, sino en términos políticos?

-Sí obviamente, pero fíjate que interesante. Nosotros, la izquierda nacional,  no llamamos  a Bolivia, Bolivia. Sino que, en todo caso, la llamaríamos Bolívar,  que es el nombre original de la República. Pero en el caso del Alto Perú hubo un avance a principios de este año, a fines del pasado, de romper con este golpe bíblico, contra-revolucionario y sin embargo, en estos momentos,  sí hay una avanzada  de los sectores populares a 239 años, fíjate que interesante, a 239 años en que la líder indígena Bartolina Sisa con su marido Tupac Katari rodean la ciudad de la Paz.

Bueno, hay una situación similar y uno dirá pero bueno, la historia se copia. En realidad una situación histórica vuelve a realizarse cuando no se supera con una revolución. Entonces  las venas de América Latina siguen abiertas y por ellas transita la revolución. Así que son avances y retrocesos. El año pasado en Ecuador se produjo una insurrección  en la que el presidente se vio obligado a salir de Quito, salir corriendo de Quito, casi la “indiada” toma el poder.

En Chile la cuestión no está resuelta todavía. Y esto, quiero que se entienda,  no es un optimismo acrítico, es que los opresores no logran resolver las cuestiones mínimas de los pueblos. Entonces, bueno, con una contra ofensiva oligárquica-imperialista lo que se hace es ganar tiempo, se tira la pelota para adelante, pero el partido sigue jugándose y los triunfos, por ahora, son parciales. 

-Ramos y  Jauretche tienen una coincidencia práctica al criticar a Ernesto Sábato, como representante de la inteligentzia. Podemos decir que Sábato fue un representante de la colonización pedagógica. Hoy aun persiste un sector de intelectuales que intentan borrar las huellas de la memoria colectiva, borrar al peronismo, al sujeto histórico del trabajador. ¿Cómo hay que trabajar contra esa intelligentzia, por lo menos, desde lo que puede pensar la izquierda nacional?

-Bueno, vos te referís a Crisis y Resurrección de la Literatura Argentina, que tuvo tres ediciones. Esta polémica con Sábato fue incluida en la segunda edición, desde la Revista Política de Abelardo Ramos. Bueno, se criticó con acierto a Sábato. Perdón, permitime que haga esa referencia, porque es un libro que para mí fue uno de los libros más importantes de Jorge Abelardo Ramos.

– No solamente Ramos le dice eso a Sábato, sino también Sábato dice que a los “descamisados del ’45 los movía el odio” y entonces Jauretche le contesta: Más que el odio es la esperanza . Lo que vos estas señalando es lo que señala la Izquierda Nacional San Martiniana, la necesidad de una revolución “deszazonzadora”, porque no estarán Sábato, ni Borges, ni Victoria Ocampo hoy; realmente  la oligarquía en el siglo XXI no tiene figurones de cierto prestigio intelectual para presentar. Sino que fijate,  un figurón a un muy buen sueldo de Magnetto es precisamente el señor Lanata. Hasta eso ha llegado la oligarquía. Pero  la oligarquía ha sido siempre igual, es muy bruta, muy elemental. Antes  sí, tenían un Borges pero ellos iban a Europa con la vaca atada para tomar leche fresca en el barco, y no ha cambiado esa oligarquía, no ha cambiado.

Mirá,  yo creo que acá es fundamental llevar adelante una revolución “desazonzadora” permanente, porque precisamente estamos en una semicolonia. Una de las características de la semicolonia es que el enemigo no se ve. Ahora sí, está más visibilizado, pero en general en una colonia hay un ejército de ocupación, ese ejército de ocupación es extranjero, la administración la lleva a delante la metrópolis y ente caso el enemigo habla el mismo idioma. Ahora, por supuesto, están más visibilizados porque están en contra de todo, o sea, se ven claramente que son la pandemia.

Un problema para nuestro gobierno no es la pandemia como enfermedad, sino la pandemia como clase social oligárquica que es una verdadera máquina de impedir.  Jauretche habló del zonzo, y yo me permití definirlo como el argentino de buena fe que compra el guion de sus verdugos.  Dentro del trabajo cultural que hay que hacer está lo que nosotros llamamos la batalla por el pensamiento nacional, o sea, acá hay que dar la batalla palabra por palabra.  Recién estaba subiendo a Facebook, que los zonzos hablan no de “nuestro país” sino hablan de “este país”, no dicen “ah, muy bien” sino te dicen “ok”, o sea, acá hay que dar la batalla palabra por palabra porque como decía John William Cooke: “Los diccionarios fueron escritos por la oligarquía”. 

-Para finalizar, se habla mucho de un nuevo orden, de la posibilidad de establecer un mundo multipolar. ¿Hacia dónde crees que podemos llegar a ir?  ¿Dónde crees que nos vamos a ubicar, dónde crees que podemos terminar derivando a partir de esta nueva crisis del capitalismo?.

-Bueno, hay que ir viendo con atención hacia donde se dirige todo esto. Yo te diría que esta crisis del capitalismo en realidad es una famosa  tercera guerra mundial, esta se llama la batalla del coronavirus. Acá hay dos bloques enfrentados. Uno es el bloque Euro-Asiático y el otro es el de Wall Street, el de las grandes finanzas internacionales, de los vampiros que dicen que nos prestan plata pero jamás viene un peso, como desde la época del  empréstito de la Baring Brothers.

Desde ese entonces comenzó el imperialismo y la globalización. Mirá, las cosas  están por definirse: o se definen en función de un nuevo orden con justicia social, multipolar, o bien, se define remplazando al “proletario de un mundo unios”  por “desocupados del mundo unios”, porque se viene lo que puede llegar hacer la revolución del G5 o la contra revolución del G5. Así que esto está por definirse todavía. Fijate  que Donald Trump da un golpe en Bolivia y en Bolivia ahora  Trump recibe una “trumpada”,¿no? La historia está en permanente definición o de una justicia social o de una contra-revolución social. 

Lo mismo pasa en nuestro país, es decir, pasa en todo el mundo. Lo único, creo, que ha quedado demostrado es que estamos como si fuera en una película de ciencia ficción ¿no? Porque anadamos todos con la boca tapada, y que se yo, en todo el mundo pero hay dos cuestiones, acá no vienen ni Superman, ni nadie nos viene a solucionar el tema. Acá somos todos extras con una diferencia, los extras  cobran un sueldo  y acá no cobramos sueldos y encima nos morimos en serio ¿no? Así que esto está por definirse en Argentina y en el mundo. Lo cierto es que Estados Unidos está pasando por una crisis profunda de capitalismo y ha perdido todos los espacios en
Asia, y en Europa y  eso lo hace más peligroso a Estados Unidos.

 

 

 

17/08/2020

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