Por Redacción
La situación en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires es crítica, independientemente del discurso larretista que intenta, por todos los medios, demostrar que el suyo no es un gobierno insensible a la problemática social. No obstante, la realidad verdadera se expresa con crueldad en el territorio. El deterioro económico va de la mano con el abandono sanitario lo que genera un cóctel más que peligroso. Eso sumado a la falta de alimentos frescos en los comedores comunitarios.
El Comité de Crisis del Barrio Padre Carlos Mugica, ex Villa 31, nació al calor de la crisis, con las necesidades que padecen los habitantes del mismo: Acceso a la alimentación adecuada, derecho a la atención médica, derecho a un techo digno y la prestación de servicios básicos como el agua para hacer frente a la pandemia. Estos elementos, vitales para el desarrollo de una vida digna, fueron desatendidos por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que en su discurso cínico trata de invisibilizar una crisis que se agudiza ante la falta de acción estatal.
David Lugones es miembro del Comité de Crisis del Barrio Migica, él explicó a AGN Prensa Sindical que “lo que le estamos pidiendo al Gobierno de la Ciudad es que garantice los alimentos frescos que venimos reclamando desde el 1° de abril. Por otro lado, necesitamos que se haga un relevamiento en todos los comedores asistidos”.
El Comité de Crisis está integrado por más de 64 comedores, de los cuales solo 21 son asistidos, más de 43 comedores no son asistidos y quedaron a la buena de Dios. El crecimiento de los mismos en el barrio es exponencial, Lugones aclaró que “la demanda de comedores se amplió con el problema socio-económico que atraviesan todos los barrios”.
“Hoy hay ollas populares por doquier en el barrio. Lo que estamos solicitando a la Ministra María Migliore, que es Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, es que entreguen los frescos a los comedores: Pollo, carne, lácteos para que los chicos tengan los nutrientes necesarios para pasar el invierno y si cursan una enfermedad estén en condiciones alimentarias dignas de pasarlas. Si una persona no tiene los alimentos adecuados, es difícil que pueda pasar el proceso de éste virus u otras enfermedades”, sostiene el militante social.
Por otro lado agregó que “la pandemia no se terminó. Nosotros, desde el Comité de Crisis, vemos como positivo, si se quiere, el operativo detectar que se realizó entre el 4 y 5 de mayo. Pero tampoco podemos hacer de esto algo para desbordar de optimismo. Acá, muchos compañeros le pusieron el cuerpo a ésta enfermedad, a éste flagelo que atravesamos todos. Si no fuera por el Comité de Crisis las pérdidas, los decesos, hubieran sido peores”.
David Lugones también es enfermero, por lo que la realidad del COVID-19 no se le escapa. En tal sentido manifestó que “lo que está pasando en los hospitales, con el tema de salud, así como en área de educación, son temas postergados, no de ahora, sino de hace larga data. Lo que hizo ésta pandemia fue sacar el velo a todas estas cosas, que muchos trabajadores de la salud y de la educación venían reclamando. El presupuesto desfinanciado, destinado a los hospitales, a la salud, no es nuevo. Ni hablar del sueldo de los trabajadores que está muy por debajo de cualquier otro trabajo”.
Asimismo el referente del Comité de Crisis del Barrio Mugica, subrayó: “Hay cosas que para el jefe de Gobierno no son prioritarias. Bajarle el rango al personal de salud y bajarlo a administrativo habla de la persona. Porque cuando la población está mal, los que primeros que están ahí, con la sociedad, son los profesionales de la salud. No nos olvidemos que con el gobierno anterior fue tanto el ensañamiento, con la parte sanitaria a nivel nacional, que bajó el rango del Ministerio de Salud a Secretaría”.
Lugones precisó que en este contexto “estamos preocupados por lo que va a venir post pandemia. La rueda productiva tiene que girar en base a los trabajadores. Es necesario generar un plan que cree puestos de trabajo, que las cooperativas estén funcionando, que esas ayudas que se dieron, por parte de Nación, se mantengan”.
Además de lo expresado por el referente popular el Comité de Crisis también demandó que “se cubra el “costo de garrafas, no puede ser que los vecinos con todas las dificultades económicas que tenemos saquemos de nuestros bolsillos para cubrir un servicio esencial que es responsabilidad del estado, y en el peor de los casos que tengamos que cocinar en la calle con leña en pleno invierno”.
Del mismo modo se solicitó que se cumpla con la prohibición de desalojos. Desde esa óptica los vecinos vieron con buenos ojos al “proyecto de la legislatura de realizar un hospital público en las instalaciones del predio del Coto, un pedido histórico de nuestro barrio y de toda la comuna uno”.
Otro de los temas que preocupa en el barrio es de la urbanización, en esa línea el Comité de Crisis expresó que “producto de la pandemia se hace imposible la participación de los y las vecinas en el CGP por esto vemos inviable el tratamiento de las escrituras y la formalización de los servicios públicos ya que no se puede aprobar un tema tan delicado a espaldas de los vecinos”.
Por último, los vecinos de Barrio Mugica, convocaron a movilizar este viernes, 14 de agosto, en las afueras del CGP para reclamar respuestas a sus demandas. Está claro que el discurso etéreo de Larreta se contradice con su mentalidad de fariseo, donde los pobres y los trabajadores son reducidos a elementos sociales del descarte. Una vez más, la organización popular da muestras de que los humildes son los que salvarán a los humildes.
12/08/2020