Por Redacción
Lejos del radar de los medios hegemónicos y de las roscas políticas, el término que describe la situación de los trabajadores de Vicentin es el de “incertidumbre”. Las idas y vueltas, tras el fallo judicial que paró la intervención del gobierno nacional y le otorgó aire a los directivos que vaciaron a la empresa, pone un manto de preocupación sobre los empleados que no tienen una respuesta efectiva sobre su futuro inmediato. La falta de definición política también contribuye a la construcción de un escenario que por el momento tiene un piso movedizo.
En diálogo con AGN Prensa Sindical, Leonardo Monzón delegado de Aceiteros en la empresa, expresó que “hubo un momento esperanzador cuando el gobierno anunció la intervención para recuperar la empresa y sobre todas las cosas para asegurarnos los puestos de trabajo. Hoy vuelve la incertidumbre porque le han dado la mano al juez y a los actuales directivos que vaciaron la empresa”.
El representante gremial afirmó que “eso genera preocupación a los compañeros que se preguntan ¿qué va a pasar?, ¿cómo va a seguir esto con las idas y vueltas que hay? Estamos atentos. Nos toca participar del comité de seguimiento del concurso y veremos si ahí podemos enterarnos cosas para comunicarles a los compañeros, que son quienes más sufren en estos momentos”.
Mozón añadió que el gremio, en la actualidad, mantiene un conflicto con Algodonera Avellaneda, que también pertenece al Grupo Vicentin, allí “los compañeros están peleando por un salario digno, ganan entre veinte y veinticinco mil pesos en una empresa del mismo Grupo y hoy están en un acampa que lleva casi cuarenta días, donde la empresa no se presentó a la última audiencia”.
“Los compañeros preguntan cómo seguimos, qué pensamos, cómo vemos el panorama y qué es mejor. Acá chocó mucho la palabra “expropiación” y nosotros tuvimos que explicarles, a los compañeros, como era el tema y que era mejor la intervención a lo que la empresa nos decía”, explicó el delegado.
En tal sentido, Monzón, acotó que “nosotros veníamos de audiencia en audiencia y la empresa no nos decía si iban a seguir los puestos de trabajo, si iban a seguir funcionando. Todo eso, entonces, hubo que explicarlo, acá se manejaron con los medios hegemónicos, no se escuchaba a la otra campana y tuvimos que salir un poco a hablar, a dialogar con los compañeros y en estos momento, que son cruciales también, porque no sabemos que va a pasar”.
El representante de los trabajadores aceiteros de Vicentin aclaró que en materia salarial “con nosotros tienen una deuda que van a empezar a pagar en tres cuotas que comprender julio, agosto y setiembre. No deben entre cien y ciento veinte mil pesos, depende de la categoría de cada compañero. Después se el aguinaldo y se cobró bien. Cuando apareció la intervención nos hicieron dos depósitos bajando un poco esa deuda, después, ya con el directorio nuevamente, presionamos sabiendo que había plata, que podían pagar tranquilamente y tuvieron que aflojar. Ellos decían que no había plata, todas excusas de la empresa”.
Monzón concluyó al tiempo que confirmó que la organización sindical a la que representa apoya la intervención en Vicentin y que el objetivo es preservar las fuentes de trabajo. No obstante, la ausencia de definiciones políticas y las presiones del sistema judicial, servil a los agentes económicos que descapitalizan el país, generaron un nuevo clima de zozobra e incertidumbre en el cuerpo de trabajadores.