*Por Osvaldo Jara
La cultura física argentina tiene una larga trayectoria. Surgió a finales del Siglo XIX y se enriqueció a través de las distintas experiencias. Las organizaciones deportivas contribuyeron a institucionalizar la actividad, junto a la labor de gremios y círculos estudiantiles. Todos ellos cumplieron un rol histórico en el engrandecimiento de la comunidad deportiva.
Con el Justicialismo se fundó una política pública inédita en este ámbito. Desde ese momento, la relación entre el Estado y las instituciones se acentuó a pesar de los diferentes períodos históricos. La militancia construyó sus propios lugares. El impulso de la cultura peronista del deporte se dio en los clubes de barrio pero, también, en otros espacios. Sin embargo, el antiperonismo trastocó el panorama del deporte, la educación física y la recreación.
Durante muchas décadas la política deportiva estuvo en línea con una perspectiva liberal. Si bien el Estado tuvo mayor injerencia el proyecto político rechazaba una conducción democrática y participativa. Este formato se institucionalizó a lo largo del tiempo, consolidando su práctica y sus discursos.
El 25 de mayo de 2003 el país cambió de rumbo. La política se resignificó, se convirtió en una herramienta para provocar cambios. Los barrios de las grandes urbes lentamente transformaron su escenografía; volvió el trabajo, la educación, la salud. Y junto a ellos surgieron nuevas necesidades. Durante estos años, las organizaciones políticas y sociales desarrollaron trabajo territorial en localidades y ciudades del país. El deporte y la actividad física se convirtieron en un requerimiento acorde a la etapa.
La organización popular
El trabajo barrial impulsó a jóvenes militantes a organizar actividades deportivas y culturales. En un principio fueron escasas, como el fútbol, atletismo o boxeo. Pero de manera paulatina se incrementaron debido al acompañamiento de los vecinos. En base a estas experiencias, que se desarrollaron de manera casi espontánea, se crearon secretarías y frentes deportivos en la mayoría de las organizaciones.
En 2010 el Movimiento Evita creó su Secretaría de Deportes, con una orientación filosófica definida. Desde esta cartera se trató de articular las experiencias que la organización desarrollaba en las distintas provincias argentinas. En agosto de ese año se realizó el Primer Congreso Nacional del Deporte, con la participación de las diferentes delegaciones del país. En dicho encuentro se llegó a un conclusión contundente. “El deporte en el marco del proyecto nacional, y particularmente en lo que respecta al Movimiento Evita, debe ser un instrumento de construcción de poder y organización popular. Las prácticas deportivas tienen que devenir en participación política, organización popular, sino caeremos en las viejas prácticas de contención del neoliberalismo”, dice el documento final de este congreso.
Una de las experiencias más importantes del movimiento fue la formación de promotores deportivos, emprendimiento que contó con la participación del estado provincial bonaerense. Estos militantes adquirieron las herramientas fundamentales para desarrollar los Juegos Cooperativas en Movimiento. Desde 2012 esta competencia reunió a deportistas de veinticuatro distritos de la Provincia de Buenos Aires, participando en distintas disciplinas.
El posicionamiento que comprende a la práctica deportiva como eje transformador de la realidad es el común denominador de las agrupaciones políticas, vinculadas a la vertiente nacional/popular. La militancia propuso a sus conducciones la creación de espacios de acción. Fue el caso de La Cámpora, que en 2012 creó el Frente de Deportes con el objetivo de ser una “herramienta social y de construcción polìtica”. Trabajaron en los barrios, fomentando la práctica deportiva y articulando programas sociales. El Torneo Néstor Kirchner fue una de las competencias organizadas con la participación de distintas áreas estatales. “Coordinamos con el Estado, hicimos el torneo donde participaron todas las organizaciones políticas que eran parte del gobierno, se hicieron en diferentes universidades, diferentes disciplinas. El premio era un viaje a Chapadmalal con todo pago, a partir de 2012”, dijo Marcos Ciani, militante de La Cámpora.
Esta competencia se llevaba adelante en distintas universidades del Conurbano y convocaba a miles de chicos y chicas que participaban en Fútbol 11, Fútbol 5, Hockey, Vóley y Ajedrez. Tenían el apoyo de dependencias como el Ministerio de Desarrollo Social, Educación, Cultura, Salud, ANSES, SEDRONAR y la Secretaría de Juventud, con la finalidad de realizar campañas, asesorar y brindar servicios.
El Frente de Deportes de Peronismo Militante es otro espacio que tiene una intensa actividad. Su accionar se caracteriza por la presencia en los barrios y la reivindicación de la memoria. Se insertaron organizando iniciativas deportivas con los vecinos o recuperando espacios para la actividad. También realizaron la “Jornadas Nacionales Delfo Cabrera”, competencia realizada en Buenos Aires, Misiones, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Chubut y CABA. Actualmente, el Frente desarrolla “El Deporte No Olvida”, actividad que tiene como objetivo recordar a los militantes desaparecidos por razones políticas.
Esta agrupación no sólo realiza un valioso aporte desde lo territorial, también contribuye al pensamiento nacional en este ámbito. Su documento fundacional afirma que el Frente “estará vinculado a diversas formas de continuar la lucha por la libertad de nuestro pueblo, generando una herramienta concreta para la militancia. Está marcando la construcción política en base a la Doctrina Justicialista, formando cuadros orgánicos que puedan generar en el territorio un cambio social y paradigmático que lleve al deporte de Perón y Evita como bandera de los grandes logros conseguidos en nuestra historia”. Es decir, la cultura deportiva se enmarca en un proyecto político y social.
Una experiencia novedosa la constituyó “Peón Vuelve”. Se trata de un grupo de aficionados al ajedrez que decidieron conformar una agrupación para promover la actividad y militar el proyecto nacional. Esta combinación se traduce en la promoción del juego en todos los sectores, en especial en los barrios con escaso o nulo acceso. Por otra parte, hay una búsqueda de construcción política, promoviendo la igualdad, la inclusión, la defensa de derechos humanos. Desde 2013 desarrollan iniciativas como exhibiciones, dictado de clases y partidas simultáneas en las plazas. En este sentido, también está presentes en jornadas y movilizaciones.
También existieron otras agrupaciones que realizaron trabajo barrial en el deporte, allí donde se necesitaba garantizar este derecho básico. De esta manera, Kolina se extendió por distintas regiones del territorio nacional. Los partidarios de Miles se internaron en los barrios para dar una merienda y organizar una competencia deportiva.
La unidad
Estas fuerzas políticas y sociales confluyeron en acciones comunes. El perfil ideológico y práctico los llevó a realizar una experiencia común. Dicho acercamiento se dio cuando los espacios nacionales/populares fueron convocados por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El Frente Unidos y Organizados, expresión genuinamente política, tuvo su alcance en el deporte. El 18 de julio de 2012 se reunieron el Movimiento Evita , Miles, Kolina, el Foro Latinoamericano del Deporte, MUP y el Frente Transversal con la finalidad de encontrar puntos de coincidencia. Se entendió que el deporte y la actividad física son una “herramienta de inclusión y participación popular”. Asimismo, se acordó trabajar en conjunto para realizar actividades colectivas.
Estas agrupaciones políticas también tuvieron una participación muy importante en la construcción del proyecto sobre la actualización de la Ley del Deporte. Allí intervinieron juntos a organizaciones de la comunidad para enriquecer la legislación en base a las nuevas perspectivas. La democractización de las instituciones, las nuevas manifestaciones deportivas y la conducción orgánica del deporte son algunos de los ejes de la ley actualizada.
En la etapa gobernada por Cambiemos estas agrupaciones no perdieron su ímpetu militante aunque las circunstancias dificultaron su desarrollo. La crisis provocada por las políticas de derecha redireccionó el trabajo desarrollado. Si bien no dejaron de realizar iniciativas en el ámbito deportivo fueron al socorro de problemáticas más urgentes. En general estas organizaciones se abocaron a colaborar en merenderos y comedores comunitarios. En este contexto, las necesidades sociales impidieron desarrollar lo proyectado por estos espacios.
A partir de la gestión del Frente de Todos se renovaron las perspectivas con respecto a un nuevo horizonte. Las organizaciones políticas y sociales se encuentran en condiciones de reivindicar una de las premisas de la cultura popular, de un proyecto nacional y democrático.
Desde la concepción peronista el deporte es considerado como una herramienta de construcción popular. Las diferentes agrupaciones políticas y sociales toman la iniciativa como parte de la recuperación de derechos perdidos, adaptado a los nuevos tiempos.
Se trata del trabajo realizado, necesariamente, bajo las perspectivas de una Comunidad Organizada.
*Periodista autor de los libros Peronismo Deporte 1 y 2
11/06/2020