*Por Walter Castro
Normalmente uno tiende a pensar que semejante desgracia como la que está atravesando la humanidad no
puede tener nada positivo, pero toda esa negatividad la podemos transformar y ver las señales que nos envía la
incontrastable realidad de los hechos y comprender como nos ven quienes nos emplean.
Tomando esa lógica podemos analizar lo sucedido esta semana en la pesca nacional, más precisamente en el
puerto de Mar Del Plata, donde se registraron presuntos casos positivos de Coronavirus. En la reacción de los
armadores quedó de manifiesto lo tantas veces expresado: La rentabilidad se impuso sobre la seguridad y en este caso la salud de los trabajadores.
Uno de los presuntos positivos se habría dado en el buque “Scirocco”, esta nave tiene una capacidad de bodega de 950 toneladas, con 67.70 metros de eslora por 10 metros de manga, con un calado actual de 3,5 metros de construcción 1987 (33 años) y conforma el lote de los 85 poteros que en su conjunto cuentan con 4.744 metros de eslora, 57.118 (M3) metros cúbicos de bodega, 114.126 (HP) potencia instalada y un potencial de captura de 132.600 toneladas, a razón de algo más de 1.500 toneladas por buque todos ingresados desde los noventa hasta hoy, ninguno construido en nuestro país.
El buque en cuestión fue despachado a la captura del calamar con 30 tripulantes a bordo ya que la temporada se encuentra abierta y acá surge un interrogante: ¿El calamar en todas sus formas es esencial a la canasta básica de los argentinos, la gente corre a las góndolas de los supermercados para adquirir vainas, tubos, rabas, timón, tentáculos? Creemos totalmente que no es así.
Otro interrogante que nos surge es el siguiente: Hoy existe un mercado incierto y volátil, pero tomemos los precios con los que se comercializó en 2019, los mismos fueron US$ 2.400 calamar entero y US$ 4.100 las vainas, en promedio, US$ 4.000 la tonelada; suponiendo que el buque hubiese capturado 750 toneladas estaríamos hablando de US$ 3.000.000 millones en un viaje. Por otro lado, el costo de los test en laboratorios privados rondarían los US$ 500 dólares por persona. ¿ Qué hace que los armadores no quieran utilizar el 0,5 % en test y el 4,5 % restante en mantener una tripulación a la orden y clínicamente controlada, como sí se hace en algunos países serios y en los que su alimentación si está basada en pescado? Esto de las restricciones a la flota potera surge hoy, hasta aquí en el primer trimestre del 2020 llevaban capturadas 93.000 toneladas, nada mal como para hacer un esfuerzo y proteger a su gente.
El mismo razonamiento podemos transferirlo al total de la flota, el Estado es decir “Nosotros”, permitimos que se capturen de nuestra plataforma, en el último año, 776.000 toneladas de recursos pesqueros, 96 % exportables, entre los más preciados: Merluza 273.000, Langostinos 220.000, Calamar 96.260, esto siempre hablando de cifras oficialmente declaradas lo que habría generado casi US$ 2.000 millones de dólares en exportaciones.
Si se piensa seguir pescando para abarrotar las cámaras, satisfacer los acuerdos con Europa o España, que necesita a través de sus filiales mantener la cadena de valor agregado a lo capturado en la Patagonia, porqué no utilizar el 5 % de lo generado en exportaciones, es decir US$ 100 millones de dólares, y así tener las tripulaciones clínicamente controladas .
Es una suma que pueden asumir los 120 buques de altura y las 270 factorías que explotan nuestro caladero. Asumiendo que cada buque corresponde a una razón social estaríamos hablando de 390 compañías que asumirían ese costo a lo largo del año, algo de US$ 20.000 por compañía por mes, nada mal para un sector que, en algo más de una década, habría generado cerca de los US$ 20.000 millones de dólares en exportaciones.
Sin embargo prefieren seguir agitando los fantasmas que mejor conocen y los que mejores resultados les dan,
precarización, negreo, despidos, contratación informal, caos social, hasta que aparece el Estado salvador y en
forma, de lo que se les ocurra pedir en ese momento lo conseguirán y tendremos que subsidiarlos una vez más
Y una vez alcanzado el objetivo seguirán precarizando y llorando una carta que parece que todos los gobiernos de turno compran.
Mientras que en Enero de todos los años nos anuncian que se van a la quiebra, que esto no da para más, que el
recurso está agotado y Bla, Bla, Bla. Llegan a Diciembre habiendo maximizado sus cuotas de capturas, comprando buques 0 km construidos en España o gastando fortunas en reparaciones de buques factorías de más de 45 años de antigüedad.
La gente mientras tanto sigue precarizada, explotada, reconvertida, negreada o como ahora esquivándole a una pandemia mientras sus empleadores ven de que teta ordeñarnos esta vez. Para todos los que se indignan por las ayudas a la gente en situación de calle o de extrema pobreza, siempre pensemos que a estos personajes del sector armador también los subsidiamos entre todos, en figura de REPROS, a través de YPF que una parte es de todos nosotros, con un combustible diferenciado bajo la figura de acopio y con lo que se les vaya a ocurrir ahora, estos también son planeros a la hora de pedir y de los peores porque estos generan desigualdad, precariedad y pobreza pero no te indignás, porque estos no andan de gorrita.
*Secretario General
27/04/2020