Por Redacción
El trabajo experimenta transformaciones que son atravesadas por diversas variables. La conjunción del impacto tecnológico y la crisis económica se convierte en un cóctel letal para viejos oficios terrestres. Los trabajadores jerárquicos del Correo Argentino son agudos observadores de una realidad efectiva que se complejiza día a día, del mismo que dan cuenta de las dificultades que la población atraviesa en el actual contexto.
Lugano supo ser un barrio obrero, en épocas donde la Argentina floreció como país industrial. El deterioro general, que asola al país desde el 2015, golpeó con virulencia a una barriada que supo ser fiel testigo de un país pujante y en desarrollo. Hoy la situación es tan dura como en otras geografías porteñas, olvidadas, descartadas por un modelo económico-político-social, que desprecia a los sectores populares.
En este contexto trabaja cotidianamente Marcelo Lasalvia, delegado del Sindicato del Personal Jerárquico, Técnico y Profesional del Correo Oficial y Radio Nacional. La suya, dice, es una tarea con mucha responsabilidad “por la zona, por la razón operativa, estamos complicados. Pero siempre estando como jefe y como delegado”.
El tono de voz de Marcelo deja traslucir su entusiasmo al describir lo que, uno puede intuir, como vocación se servicio, en tal sentido confirma que, en su doble rol, de jefe y delegado, siempre debe estar atento a los requerimientos de los afiliados y de los trabajadores en general.
Lasalvia remarcó que la zona operativa es una región complicada “es una zona de bajo recursos, hay muchas villas, esto implica cierta complicación. También están los edificios de Lugano 1 y 2, y cada reparto tiene su particularidad, con sus problemas. Es una tarea que hay que llevarla todos lo días y ver los problemas de una zona peligrosa, principalmente”. Para poder realizar repartos en los lugares “más picantes”, el Correo cuenta con personal del barrio. Nos aclaró Marcelo.
Las elecciones PASO quedaron atrás luego de tiras y aflojes que pusieron sobre la mesa de discusión la efectividad del sistema. El personal del Correo Argentino tiene larga experiencia en los operativos electorales y los trabajadores son quienes garantizan y resguardan el buen funcionamiento de la operativa. El domingo 11 de agosto Marcelo tuvo la responsabilidad de conducir a 150 personas y en el local donde trabajaron se albergaron más de 300 urnas. Las condiciones edilicias no fueron las mejores, sobre todo si se tiene en cuenta la infraestructura de la sucursal.
Ese trabajo, expresó Lasalvia, se realizó con “mucha responsabilidad, con los elementos que tenemos al alcance de nuestra mano hoy por hoy. Es una tarea muy complicada y nosotros le ponemos todo. Nuestra tarea como jefes es concientizar, también, a los compañeros de que la tarea salga lo mejor posible porque está el Correo por delante”.
Con 27 años de labor en el Correo Argentino, Marcelo sostuvo que para él este trabajo “es muy importante, es el sostén de mi familia, es tener puesta la camiseta de una empresa nuestra, que me sostiene hace tantos años. Todos los días estamos acá, presentes, viendo que todo salga lo mejor posible”.
En una misma actividad existen diversos contextos. Ninguno ninguno de ellos está exento de complejidades. El Centro de Distribución del Correo en los Polvorines no es una excepción. Allí trabajan 37 personas y cuenta con 29 repartos y abarca las localidades de los Polvorines, Villa de Mayo, Pablo Noguez y Gran Bourg.
Omar Balverde es delegado de AJEPROC en esta localidad, conocida internamente como el área uno. El representante gremial contó a AGN Presan Sindical cuales son las tareas que se realizan en este centro de distribución: “Nosotros no encargamos de la distribución de los servicios como empresas telefónicas y bancos y hoy por hoy nos abocamos a la paquetería que se está convirtiendo en uno de los productos más distribuidos”.
Igual que Marcelo, Omar, destacó la labor que los trabajadores realizaron durante la jornada electoral, en tal sentido sostuvo que “dentro del Partido de Malvinas Argentinas nos encargamos de los nombramientos, distribución de urnas, apertura de los comicios y recolección de los telegramas, los cuales transmitimos al centro de cómputos. Una tarea con muchísimas responsabilidades”.
La actual coyuntura tiene un efecto negativo en el quehacer cotidiano laboral, el delegado de AJEPROC, manifestó que “la política actual está impactando para mal, lamentablemente, ya que cada vez se ve más gente buscando trabajo, vendiendo en la calle. Acá vienen muchas personas a traer currículos, eso demuestra los difícil de la situación”.
“En el Correo, durante los últimos años, disminuyó mucho el trabajo y la fuente de trabajo, hoy por hoy, es muy importante, así que esperamos que la situación mejore para todos y que de esta manera nuestro trabajo también pueda mejorar”, explicó Omar.
Balverde ingresó al Correo hace 25 años para él este trabajo “es como si fuera prácticamente una familia, es una parte de mi vida. Para mi es importantísimo, uno lo hace con mucho amor, entonces no se lo toma como un trabajo solamente sino como parte de uno”.
Las condiciones adversas de presente ponen de relieve la importancia que tienen los trabajadores para el sostén de las compañías. El neoliberalismo suele prescindir, en la mercantilización laboral, de la visión estratégica que tienen los trabajadores.
Quienes desarrollan tareas en el Correo Argentino tienen un fuerte sentido de pertenencia que a su vez permite desarrollar lazos de solidaridad. Claro que esto no siempre se presenta como una referencia idílica. En realidad, las tensiones sociales también se replican en los ámbitos de trabajo, pero si prestamos atención, es un punto de partido altamente significativo para dar cuenta de lo importante que es no dejar que nos roben la dignidad.