*Por Cristian Ricle
Muchas empresas, no todas, utilizan la materia de la Seguridad e Higiene laboral como una identidad que le da excelencia y muy buena propaganda para indicar que los niveles de accidentes son mínimos. Es decir 0, utopía difícil de lograr: Sin embargo, muchas adoptan las medidas necesarias, capacitan a sus trabajadores, les otorgan todos los elementos necesario para que la persona, el trabajador, pueda desarrollar sus labores de forma segura y tratar de que los riesgos para un accidente se minimicen lo mayor posible.
Por supuesto, también existen las otras empresas, que tienen muchos PAPELITOS, sistemas de gestión y que dicen que cumplen con todas las normas, donde en más de una reunión muestran toda la documentación, muy bien encuadernada y prolija, pero cuando uno concurre a los establecimientos y diferentes espacios de trabajo verifica innumerables deficiencias.
Esto nos sucedió hace tres semanas atrás cuando concurrimos a la obra de dragado que se está desarrollando en el Canal Santa María – Rio Lujan, acompañando a los inspectores dependientes de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo. Tuvimos que ir hasta la obra, ya que si recuerdan la vez pasada cuando hablamos sobre la BUSQUEDA DE DRAGADOS FURTIVOS, las condiciones de seguridad, higiene, alimentación de los trabajadores era desastrosa y alertados que continuaban de la misma manera. Ante la negativa de las empresas de revertir esta postura, debimos denunciar ante los diferentes organismos gubernamentales las situaciones verificadas.
Los inspectores realizaron su trabajo de manera impecable, situación a destacar, en puestos donde los trabajadores estatales desarrollan sus tareas. Nosotros los acompañamos y ellos verificaron innumerables falencias. Entre ellas, por ejemplo: que no cumple con el Servicio de Medicina del Trabajo; Capacitación y Primeros Auxilios. Se registraron faltantes en equipos y elementos de protección personal; déficit en las Instalaciones, incluidos desagües y sanitarios; protecciones contra Incendios (vías de escapes, extinción y detección); riesgo eléctrico, ruido, ultrasonido e infrasonido en al ambiente laboral; vibraciones; sin ningún tipo de mantenimiento preventivo de las máquinas y equipos como ser cables, lingas, cadenas y todos los elementos de equipos para izar; Riesgos en la Manipulación de Sustancias Peligrosas, el uso y almacenaje. Las enumeradas, son algunas de las deficiencias incumplen con la normativa vigente por los empleadores que se encuentran realizando esta obra.
Al leer las actas y con todas estas deficiencias cualquier persona dirá, “BUENO SUPONGO, QUÉ SE PARÓ LA OBRA. PUES NO”, los trabajadores siguen estando en riesgo de sufrir cualquier accidente o hasta perder la vida. Pero la obra continua normalmente, como si nada sucediera. Está claro, en evidencia, que la reforma laboral, que hemos rechazado en la calle, se está imponiendo de hecho, no en beneficio del trabajador sino en desmedro de todos los laburantes.
Para la reforma laboral venidera en la parte de seguridad e higiene propongo que por cada extremidad perdida, ojo dañado, pulmón lastimado, lesiones de la espalda o pérdida de vida sufrida por el trabajador, el dueño de la empresa o gerentes de personal sufran la misma pérdida o lesión. Así, de esta manera, vamos a tomar conciencia que con la Seguridad de los trabajadores no se jode.
Como dijimos al no tener respuesta, ni de las autoridades competentes ni de las empresas, el pasado 16 de julio concurrimos a la localidad de Otamendi, sobre el Rio Paraná de las Palmas, a la altura del Km 87, a las 6 de la mañana, para realizar una asamblea informativa con los trabajadores de una de las empresas. Porqué en ese lugar y a esa hora, porque es el momento del relevo y de esta forma logramos detener la obra de dragado por más de 4 horas y lograr que la empresa se reúna para realizar el convenio laboral correspondiente.
Secretario de Interior y Exterior del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento.