Opinión

Walter Correa: “Unidad y organización para cambiar el modelo económico”

Por Walter Correa*

Luego del rotundo y contundente paro nacional que literalmente paralizó a la Argentina, el movimiento obrero organizado volvió a demostrar su capacidad de acción, cuando lo que prima es el interés colectivo, y en momentos donde la patria se encuentra en peligro.

La total adhesión de los trabajadores y trabajadoras enrolados en distintas ramas productivas y de servicios, contó además con el respaldo de más del 60% de los comercios y la mayoría de las PyMEs de todo el país. En este sentido, la extraordinaria medida de fuerza del pasado lunes, fue la de mayor impacto político desde el paro nacional convocado por las entonces dos CGT en 2001, cuando Fernando De La Rúa era presidente y junto a su entonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich (hoy al frente del Ministerio de Seguridad en el gobierno de la segunda Alianza), impusieron una rebaja del 13% en el salario de jubilados y empleados públicos.

Sin embargo, este paro tuvo una característica propia. Fue concebido netamente por la presión ejercida desde las bases de los distintos sindicatos que formamos parte de las regionales de la CGT, junto a quienes integramos la Corriente Federal de Trabajadores, otros también de la CGT, y los compañeros que conforman las distintas organizaciones gremiales nucleadas en las dos CTA y los movimientos sociales.

“Las organizaciones han de ser simples para ser eficaces; las concepciones han de ser claras para ser realizables. El sindicalismo no puede escapar a estas reglas básicas; hay que ir tras ideas simples y realizables”, afirmaba el líder popular, y tres veces presidente, Juan Domingo Perón.

–Plan de lucha que sintetice los reclamos populares contra el gobierno del FMI

A partir de ahora, la continuidad del hecho político generado a partir de este formidable paro contra las políticas económicas que aplica el gobierno de la oligarquía, depende de la elaboración colectiva de un plan de lucha, que sintetice los reclamos populares con el objetivo de cambiar el plan económico de hambre, miseria, ajuste, desocupación y precarización laboral que impone el actual gobierno del FMI, a través de su instrumento político en la Casa Rosada: el empresario-presidente Mauricio Macri.

A medida que se profundicen las políticas de desigualdad y exclusión –que ahora se acelerarán para satisfacer el acuerdo con el FMI- la conflictividad social irá en aumento, y por este motivo la clave para lograr una nueva conducción en la CGT que esté a la altura de los acontecimientos, es la unidad en base a un programa que sirva también para articular una expresión política con los trabajadores y el peronismo como columna vertebral, de cara al 2019.

Por este motivo, el próximo 22 de agosto, la principal central obrera del país –la única que garantiza un paro nacional de las características irrefutables de lo vivido el pasado 25 de junio- definirá una nueva conducción, y desde la Corriente Federal de Trabajadores-CGT, estamos bregando por la unidad de diferentes sectores sindicales, en base a un programa que sintetice nuestras demandas, con el objetivo de conducir los destinos de nuestro movimiento obrero organizado en un sindicalismo –que entendemos- debe ser de liberación, sin mezquindades y tenga como prioridad la necesidad de los trabajadores y trabajadoras, para poder transformarlos en derechos.

*-Secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina (SOC-RA)
-Diputado Nacional (FpV-PJ)
-Secretario General CGT-Regional Oeste

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