Pensamiento Nacional

Perón, Evita y Francisco: La Fe como fiesta popular y la fuerza de lucha

Por Redacción

El pasado 29 de junio el Movimiento Misioneros por Francisco inició una peregrinación desde la Basílica de Luján bajo la premisa:  “Fratelli Tutti: Por la unidad nacional, la justicia social y la fe de nuestro pueblo”. La misma arribó el 1° de julio a la casa de Juan Domingo Perón, en Gaspar Campos, Vicente López, donde se conmemoró un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de quien fuera tres veces presidente del pueblo argentino.

La comunión entre Movimientos Populares, organizaciones sindicales y representantes políticos, gestó una manifestación popular que, de cierta manera constituye, el designio social de los trabajadores en comunidad,  a través de la religiosidad del pueblo, que suele ser soslayada y menoscabada,  por los defensores del Yo.

La peregrinación fue acompañada por la imagen de la Virgen de Luján que en sus manto tiene grabadas las iniciales J.D. P. La misma fue concebida en el monasterio de las Carmelitas Descalzas Santa María de Luján. Allí, una semana antes se consagró una misa precisamente para despedir el ícono de la Virgen que peregrinaría con los Misioneros de Francisco y representantes de la CGT-Zona Norte.

La misa en Gaspar Campos fue oficiada por el padre Pepe Di Paola, de la ceremonia religiosa participaron, entre otros, el Jefe de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero; el Secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; Gabriel Katopodis, Ministro de Obras Públicas y Esteban Gringo Castro, Secretario General de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular.

AGN Prensa dialogó con el referente del Movimiento Evita en Luján e integrante del Movimiento Misioneros por Francisco, Gabriel Duna. El militante popular expresó que la peregrinación del 1° de julio tiene varios significados: “Primero, que rezamos y oramos por nuestro pueblo y por eso salimos a peregrinar”. 

“Acá se conjugan varias cosas en las cuales muchos de nosotros o la mayoría somos luchadores sociales y venimos de una rama del peronismo, somos muy fervientes devotos de nuestra compañera Eva. Nosotros, como misioneros,  creemos que la compañera Eva, junto con las políticas que tomaba el General Perón, esta frase no es mía pero es para este momento,  es lo que más se parece al evangelio”, remarcó Duna.

Al mismo tiempo, el misionero popular, recordó que “nosotros  ya habíamos llevado, en el mes de febrero, una virgencita con las mismas características, una réplica de esta imagen de la Virgen de Luján, con las iniciales del General en el manto: JDP,  a San Vicente. Había un a antecedente y Dios y la Virgen sabrán porque esta vez se consiguió todo lo que no pudimos conseguir  cuando fuimos a San Vicente”. 

Duna, subrayó: “La peregrinación fue una fiesta popular,  podría contarte cuarenta anécdotas de todo lo que nos pasó, de diferentes hechos, de personas que nos piden por enfermos, hasta gente que agarraba la Virgen y caminaba un poco porque quería agradecer algo”.

En ese caminar unidos, el referente popular describió que fue impactante “como  nos trataron en cada uno de los lugares, o sea, si el lugar era un club de futbol, si era el  PJ, si era en los derechos humanos, si fueron los médicos, las enfermeras, de estar en un centro cultural o con un intendente o dormir en la casa de un compañero que tiene un comedor y que nos trató como si lo conociéramos de toda la vida y nunca nos habíamos visto, fue una fiesta popular”. 

Del mismo modo, destacó: “El caminar, la gente, salir, tenernos  que frenar en ciertos lugares porque la gente quería tocar la imagen, todo eso fue por una parte. Después, desde Luján hasta Gaspar Campos se fue generando una unidad entre los trabajadores del sistema formal, podríamos decir, y los trabajadores de la economía popular por el caminar de la virgen y por Perón también, por nuestra doctrina, se fue gestando esto que paso en Gaspar Campos, que verdaderamente fue una sorpresa, verdaderamente nos sorprendió”. 

Duna reseñó, en tal sentido que “formo parte de un espacio, acá en Luján, que se llama Mesa Contra el Hambre, y de hecho una de las cosas que siempre tenemos como positivo fue la de trabajar con sacerdotes y con pastores de la iglesia evangélica, porque ahí hay un caminar también,  o sea, el pastor y la pastora evangélica que le dieron de comer a nuestros hermanos y hermanas del barrio con la pandemia y lo dan cuando no hay pandemia también, y no solo ahí,  lugares que eran de oración. Se abrieron los lugares para multiplicar los panes. . Así como los curitas que hacen todo un laburo en las villas, en los barrios pobres, en las iglesias también”.

“Yo soy  un convencido de que ahí está la fuerza de lucha, que la multiplicación de panes  se hizo con el pastor, con el musulmán, con el curita y con el ateo, que dice que no cree en nada pero fue a conseguir una olla una garrafa y un mechero y abrió las puertas de su casa y se puso a cocinar”, expresó el integrante del Misioneros por Francisco.

Por otro lado, Duna, hizo referencia al desprecio que tiene por el sentir popular, los sectores reaccionarios. Al respecto señaló “creo que más allá de que esto le trae alegría a una parte, no le trae alegría a otra parte de esta sociedad, no diría del pueblo, diría de esta sociedad, agarrándome un poco de lo que diría un sabio como Atahualpa Yupanqui, yo por ahí hago diferencia, aquel que se queja todo el día no sé si es parte de ese pueblo. Perón decía algo como:  “mire mijito que la patria no son los campos, los tambos, las vacas ni los caballos, la patria son nuestros hermanos””. 

Está en claro que la identidad del pueblo se consagra en el estar, en su mirada sobre esta peregrinación, Duna situó dicha identificación en la experiencia, en el acontecimiento: “Yo aparte  de ser albañil, ya hace 8 años que no lo hago porque tengo 55 años,  soy recolector de residuos.  Nadie me va a contar lo que es agarrar un fierro y quedar con la mano pegada porque no me daban un guante mi patrón, o del camión a las cinco de la mañana, o tener que comer de una bolsa, también pasé momentos duros”. 

En ese orden agregó, “ahora, yo tengo una fe y una felicidad en mi corazón. Veo un montón de gente que tiene un montón de cosas materiales y simplemente pienso que es un preso. Así nomás te digo, no quisiera estar en su lugar, si por ahí quiera tener algo material para regalarle a alguien que me encuentro que tiene menos que yo y no tengo nada para darle, pero lo que me paso en esta peregrinación en realidad si me cobraran para vivir los momentos que viví, pagaría, trabajaría dos, tres días para que me dejaran peregrinar, ya te digo, esta persona que no nos conocía y nos abrió la puerta para ofrecernos su baño, lo quiero contar así porque parece una cosa tan menor pero es una cosa tan mayor”.

Consultado sobre el rol del Papa Francisco en este período histórico, Duma precisó que “Francisco juega en otra liga, lo voy a decir como habla los pibes en el barrio, ese juega en otra liga. Rezo por él desde que me enteré que estaba medio jodido, gracias a Dios ahora parece que está  mejor”. 

En esa línea añadió que “siempre digo algo respecto a Francisco, me encanta que Francisco hablé por mí, yo no hablo por Francisco trato de hacer lo que él dice. Es una persona que está tocada por el Espíritu Santo y usa todo ese poder para paliar el dolor del pueblo, el hambre, las angustias. Así que sé que el pueblo está rezando por él, no solo el pueblo católico, el pueblo pobre del mundo está rezando por Francisco”. 

Duna remarcó que Francisco “vino a traer paz, vino a meterse donde había que meterse, se mete en Irak, se mete en Colombia, con Cuba, con nosotros para ayudarnos a arreglar la deuda externa, con los países cuando lo quisieron matar, vino a Brasil, vino a Chile a Perú, va al África, ahí está y otra ve, va a donde más lo necesitan también los católicos, porque nosotros como católicos vivimos protegidos de alguna manera, no todos los católicos del mundo viven como los católicos de Latinoamérica, en otras partes son degollados, perseguidos, así como también ha pasado al revés, no quiero echarle la culpa a nadie, pero en un contexto de esta vida hay católicos que no la pasan bien y Francisco anda caminando por esos lugares”. 

Por último, el militante popular estimó: “Lo de Francisco es de otro liga, nosotros solo tratamos de seguir lo que él nos dice lo mejor que podemos  y lo mejor que lo entendemos, pero cuidado con aquel compañero que diga que habla por Francisco, está totalmente confundido, que Francisco hablé por nosotros está perfecto, yo me siento representado, ahora que alguno de nosotros hable por Francisco está totalmente equivocado”. 

El nosotros pueblo se volvió a plasmar en una peregrinación popular, en esa expresión de la experiencia propia que emerge de abajo hacia arriba, con olor a oveja, en situación, con el barro del suelo que le es propio, donde el pueblo se hermana en la “cultura del encuentro”. Allí, precisamente, donde la fe, como sostiene el titular de la UTEP, Esteban “Gringo” Castro, es revolucionaria.

 

6/7/2021

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