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OIT: “La estrecha vinculación entre informalidad y desigualdad característica de la región se ha vuelto aún más evidente en esta crisis”

Por Redacción

En su informe “Empleo e Informalidad en América Latina y el Caribe: Una Recuperación insuficiente y desigual”, la Organización Internacional del Trabajo, advirtió que “en 2021 son las ocupaciones informales las que están liderando la recuperación parcial del empleo. La estrecha vinculación entre informalidad laboral, bajos ingresos y desigualdad se ha hecho aún más evidente en este contexto”. 

Asimismo, la OIT señaló que “la recuperación económica de los últimos meses aún no se refleja plenamente en los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe. Incluso en los países donde el nivel de actividad ha sido mayor el empleo muestra un rezago respecto de los niveles pre-pandemia”. 

En ese marco, Vinicius Pinheiro, consideró que “no se están generando ni la cantidad ni la calidad de los empleos que requiere esta región para hacer frente a las secuelas de una crisis sin precedentes. El panorama laboral es complejo y plantea desafíos de grandes magnitudes”. 

El informe detalló que “la recuperación parcial del empleo ha estado liderada por el crecimiento del empleo informal. Estas ocupaciones han dado cuenta de alrededor del 70 por ciento o más de la creación neta de puestos de trabajo en varios países de la región”. 

Del mismo modo se informó que “en el primer trimestre de 2021, alrededor del 76 por ciento de los trabajadores independientes, y algo más de un tercio de los asalariados, eran informales. Si bien es prematuro para afirmar que se está observando un proceso de informalización de las ocupaciones previamente formales, teniendo en cuenta experiencias de crisis previas, este es un riesgo latente importante”. 

En tal sentido se explicó que “el panorama resulta aún más complejo al observar el bajo dinamismo de la ocupación durante los meses transcurridos del año 2021. Entre el primer trimestre de 2020, previo a la pandemia, e igual trimestre de 2021 se observa una reducción promedio para la región de 3,5 puntos porcentuales en la tasa de ocupación y una contracción en la tasa de participación económica de 2,6 puntos porcentuales. Además se registra un alza de 2 puntos porcentuales en la tasa de desocupación”. 

La OIT puntualizó que “en el primer trimestre de 2021 la tasa de participación económica era 59 por ciento, la tasa de ocupación 52,6 por ciento y la tasa de desocupación 11 por ciento. Si bien desde mediados de 2020 las horas trabajadas se expandieron a un ritmo mayor que el empleo, ambos indicadores se contrajeron respecto de la situación previa a la pandemia”. 

De esta manera se demostró que “la posterior recuperación desde ese momento hasta el primer trimestre de 2021 fue de alrededor de 29 millones. Por lo tanto, el aumento de la ocupación no logró compensar completamente la pérdida anterior. Alrededor de 30 por ciento de los empleos perdidos aún no se han recuperado”. 

En la región “en el primer trimestre de 2021, alrededor del 76 por ciento de los trabajadores independientes, y algo más de un tercio de los asalariados, eran informales. Si bien es prematuro para afirmar que se está observando un proceso de informalización de las ocupaciones previamente formales, teniendo en cuenta experiencias de crisis previas, es un riesgo latente importante”. 

“En América Latina y el Caribe, donde los impactos de la crisis han sido más profundos que a nivel mundial y donde en ciertas economías se espera que el nivel de actividad recupere los valores previos a la pandemia recién en 2022 o 2023, el panorama laboral y social resulta particularmente preocupante. Más aún al considerar que el débil crecimiento del empleo desde mediados de 2020 ha estado liderado por ocupaciones precarias, informales y de bajos ingresos medios”, precisó el informe.

Por otro lado, “la estrecha vinculación entre informalidad y desigualdad característica de la región se ha vuelto aún más evidente en esta crisis. Existe, adicionalmente, un riesgo latente de que se verifiquen tránsitos crecientes desde puestos formales a informales, impulsando un proceso de informalización laboral”. 

La OIT concluyó: “Frente a este contexto tan crítico, se requiere continuar con algunas medidas puestas en marcha en 2020 en la región pero también adoptar una agenda más amplia de políticas integrales y de gran alcance centrada en las personas. Para ello se requiere apuntalar un sendero de crecimiento económico con estabilidad que genere más y mejores puestos de trabajo de la mano de la reconstrucción del aparato productivo. Ello demanda de la creación de nuevas empresas y del crecimiento de la productividad de las empresas que lograron sobrevivir en esta crisis”. 

 

 

13/9/2021

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