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Macri enriquece a los suyos y castiga, por venganza, al pueblo.

Por Redacción

En medio de una profundo crisis económica, social y política, Mauricio Macri en rueda de prensa demostró que perdió la conducción del país. Sin respuestas efectivas, tras la disparada del dólar, el Presidente se mostró débil, irracional e irresponsable. Su argumento desnudó los vicios patológicos del patrón de estancia que no está acostumbrado a perder.

Fuera de su eje Macri confesó que dejó volar a dólar como un gesto de venganza por haber perdido las PASO el último domingo. Junto a su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, el irascible ingeniero, desvarió sobre la realidad  y culpó al “kirchnerismo” de los males que aquejan a su gestión.  El Primer Mandatario trató de minimizar el efecto de la derrota al ningunear la elección del domingo, el Jefe de Estado aseguró que dichas elecciones no existieron, al tiempo que pidió a la oposición triunfante que haga una autocrítica.

Macri, enojado e  inestable mentalmente,  perdió el eje como conductor político del país. Sin reacción su debilidad crece hora tras horas, no obstante, promueve el enriquecimiento de sus socios y allegados. Durante la jornada febril del lunes la mitad de su gabinete volvió a enriquecerse de manera brutal. La movida del “mercado” propició el pornográfico y violento enriquecimiento de un grupo selecto de funcionarios del gobierno, de bancos y entidades financieras. Al tiempo que millones de argentinos volvimos a empobrecernos de manera brutal.

En este contexto el Partido Justicalista, en su representación nacional, repudió los dichos del Presidente y le exigió responsabilidad. A través de un comunicado desde el PJ señalaron que “la conferencia de prensa del presidente Macri no ha hecho otra cosa que confirmar nuestras peores sospechas sobre los meses venideros”. 

“Estamos tan absortos como lo está la ciudadanía. Atónitos, escuchamos que la culpa de este lunes negro en los mercados es por el voto de los argentinos. Una y otra vez, casi obsesivamente, el presidente habló del “mundo”. Esa idea de “mundo” es la que lo ha llevado a cometer serios errores en las relaciones exteriores de nuestro país, poniendo en jaque a nuestra soberanía y con nulos resultados macroeconómicos: no hubo lluvia de inversiones ni luz al final del túnel”, señaló el Justicialismo. 

En el  documento que llevó la firma de José Luis Gioja, Presidente del Partido Nacional, se explicó que “tres años y medio de ajuste, devaluación, inflación, pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, cierre de Pymes y más; encuentran lejos de la autocrítica a un gobierno cuyo único reflejo fue acudir al Fondo Monetario Internacional.  Ahora después del claro mensaje de los argentinos y las argentinas que fueron a votar con esperanza, el presidente pretende y busca endilgar responsabilidades políticas en la oposición y en aquellos que no aceptan el “cambio” que propuso desde 2015”.

El comunicado del PJ concluyó: “Le pedimos al oficialismo, responsabilidad. El delicado momento que atraviesa el país requiere estar a la altura, con las declaraciones, pero sobre todo con los hechos”. 

Cabe destacar que el Presidente, inmerso en una fantasía política, le mintió a la población en su conjunto al sostener que el último viernes los inversores estaban dispuestos a desembarcar en la Argentina porque una encuesta mostraba datos electorales favorables al gobierno. En su disparatado discurso sostuvo que este lunes, con el resultado a cuestas, el mundo le dio la espalda al país, simplemente porque el kirchnerismo tiene mala imagen internacional. De esta manera Macri, además de mentir, intentó psicopatear a los electores que no lo eligieron,  Mintió porque el mundo no mira a la fórmula ganadora de las PASO, y si a él , quien es responsable de la economía del país.

Macri está perdido en su laberinto. El gobierno carece de plan B. Solo avanza en el saqueo del patrimonio nacional. A 48 horas del movimiento de terrorismo económico que promovió el oficialismo el gobierno no gestó ninguna propuesta alternativa. Sigue en campaña, desesperado por rapiñar algún voto que le de expectativas. El gobierno juega al límite, un límite que en riesgo a la democracia y a millones de argentinos.

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