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La Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo de la OIT reveló que “300 millones de trabajadores viven en extrema pobreza”

Por Redacción

La Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo, de la Organización Internacional del Trabajo, presentó el pasado 22 de enero el documento “Trabajar para un futuro más prometedor”. Allí el equipo de trabajo de la Comisión analizó el presente del universo laboral con la perspectiva de atender los cambios significativos que se producen en el mundo del trabajo.

“Nuevas fuerzas están transformando el mundo del trabajo. Las transiciones implicadas en esta evolución piden que se tomen medidas enérgicas”, manifestó la Comisión. Del mismo modo señaló: “Los avances tecnológicos –la inteligencia artificial, la automatización y la robótica– crearán nuevos puestos de trabajo, pero quienes van a perder sus trabajos en esta transición podrían ser los menos preparados para aprovechar las nuevas oportunidades. Las competencias de hoy no se ajustarán a los trabajos de mañana y las nuevas competencias adquiridas pueden quedar desfasadas rápidamente”. 

“El trabajo también tiene importancia colectiva al establecer una red de conexiones e interacciones que forjan la cohesión social. La organización del trabajo y de los mercados laborales es esencial para determinar el grado de igualdad que alcanzan nuestras sociedades”, explicó la Comisión del Futuro del Trabajo de la OIT.

El documento hace hincapié en la defensa de las garantías de los derechos laborales y la protección social de los trabajadores tanto en relación de dependencia como de aquellos vinculados con la economía informal. El análisis realizado por los especialista advierte sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la transformación  del trabajo, pero la Comisión no se quedó en el mero formalismo de la denuncia analítica sino que también elaboró una serie de propuestas para contrarrestar el impacto negativo del mal uso de las herramientas tecnológicas.

“Nuevos poderes están transformando el mundo del trabajo. Las transiciones que entrañan estos cambios crearán desafíos apremiantes. Los avances tecnológicos –la inteligencia artificial, la automatización y la robótica– generarán nuevos puestos de trabajo, pero aquellos que pierdan los suyos en esta transición podrían ser quienes peor preparados estén para aprovechar las nuevas oportunidades de empleo. Las competencias de hoy no coincidirán con los trabajos de mañana, y las competencias recién adquiridas podrían volverse rápidamente obsoletas. Si dejamos que la economía digital siga como hasta ahora, probablemente se ensancharán la brecha regional y la brecha de género”, expresaron los investigadores de la OIT.

La Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo inició sus actividades en octubre de 2017 motivados por la iniciativa del Director General de la OIT , Guy Ryder. Durante el año 2018 se realizaron cuatro encuentros donde se plantearon las problemáticas globales que atañen al trabajo.

En tal sentido, desde la Comisión precisaron que “hemos entablado una conversación
progresiva sobre todos los aspectos relativos al mundo del trabajo, en el curso de la cual se han definido cuáles son los principales problemas y las oportunidades que se plantean y hemos tratado de formular algunas recomendaciones sobre las medidas que deberían tomar todas las partes interesadas, en particular los gobiernos, los empleadores y los sindicatos”.

“Antes de 2030 es preciso crear 344 millones de empleos, además de los 190 millones de empleos que son necesarios para poner fin al desempleo actual”, detalló el informe el cuerpo de especialistas de la OIT. En la actualidad “190 millones de personas están desempleadas, de las cuales 64,8 millones son jóvenes y 2000 millones de
personas basan su sustento en la economía informal”. 
En un contexto de permanente avance del capitalismo sobre la estructura laboral en el mundo “300 millones de trabajadores viven en extrema pobreza”. En un contexto de constante vulnerabilidad “2,78 millones de personas fallecen anualmente como consecuencia de accidentes de trabajo o de enfermedades profesionales”. 

El estudio realizado por la Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo reveló que “el 36,1 por ciento de la mano de obra mundial trabaja demasiadas horas, más de 48 horas semanales. El crecimiento salarial disminuyó, pasando de un 2,4 por ciento a un 1,8 por ciento entre 2016 y 2017. La remuneración que reciben las mujeres es cerca de un 20 por ciento inferior a la de los hombres”. 

Los datos registraron un mayor porcentaje de concentración de riqueza en pocas manos lo que tiene un impacto directo en la distribución del ingreso:  “Entre 1980 y 2016, el 1 por ciento más rico de la población mundial experimentó un aumento global de los ingresos del 27 por ciento, mientras que el 50 por ciento de la población mundial más pobre solo experimentó un aumento del 12 por ciento”. 

La brecha económica también se trasladó al universo tecnológico, el estudio dio cuenta que  “solo el 53,6 por ciento de los hogares tiene acceso a Internet. En países emergentes, el porcentaje apenas asciende al 15 por ciento”. 

El universo del trabajo está jaqueado por las transformaciones constantes que impone el capital en ese sentido la Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo concluyó: “Exhortamos a consagrarse a la tarea de revitalizar el contrato social, cuya importancia en aras de la consecución de la justicia social hemos destacado a lo largo del presente informe. Pese a que los principios que fundamentan el contrato social son universales, su cobertura no es aún lo suficientemente inclusiva. Confiamos en que se verifique explícitamente la renovación del compromiso con contratos sociales inclusivos en todo el mundo, en el entendimiento general de que las personas, a cambio de su contribución al crecimiento y la prosperidad, están protegidas frente a las vicisitudes inherentes a la economía de mercado y se respetan sus derechos”. 

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