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La CGT se prepara para recibir a Alberto Fernández en el plenario de Secretarios Generales

Por Redacción

La Confederación General del Trabajo, que conducen Héctor Daer y Carlos Acuña, llamó a la realización de un plenario de Secretarios General para el próximo viernes 8 de noviembre, en la sede central de la organización sindical. El encuentro contará con la presencia del presidente electo, Alberto Fernández.

Durante la semana que pasó Fernández mantuvo varios encuentros con Héctor Daer, lo que se busca desde el ámbito político, es poder encolumnar a todos los sectores sindicales bajo el paraguas de un mismo proyecto que le permita al nuevo presidente entablar con solidez el pacto social.  El Movimiento Obrero tiene una agenda de demandas urgentes que coinciden con los manifestado por el dirigente político.

Los gestos de Fernández han sido más que elocuentes y abre un espacio de esperanza para el sindicalismo. La foto en Tucumán, durante la asunción de Juan Manzur, la vindicación de Brian Gallo, el joven discriminado en las redes sociales tras ser fiscal en los últimos comicios y la reunión del 8 de noviembre, posibilitan una visión esperanzadora de cara a la sociedad y a la clase trabajadora.

Héctor Daer ha fortalecido su posición dentro de la CGT al ser ungido de hecho por Alberto como interlocutor válido del sindicalismo. Su opinión es escuchada y respetada por Fernández que, sin embargo insiste en pregonar cierta “normalización” de la central obrera. El encuentro del viernes puede ser un punto de partida en tal sentido.

Así como Fernández ha dado buenas señales para con el sindicalismo, desde este lado la respuesta también fue positiva. En declaraciones a la prensa Daer manifestó su apoyo al ex funcionario de la AFIP, Claudio Moroni, si este llegara a ocupar el cargo de Ministro de Trabajo, tal como manifiestan diversas versiones. No obstante, oficialmente no hay nada definido por el momento en esos términos.

Daer declaró: “Moroni es un hombre con una gran honestidad intelectual y es de confianza de Alberto. Si tiene la suerte de ser designado ministro, va a ser un excelente ministro. Es  una excelente persona, de las más inteligentes que conozco. Tiene un conocimiento del Estado como pocos. Conoce al dedillo el mundo laboral”.

Otro sector sindical que se expresó tras las elecciones fue el del transporte. Desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte manifestaron su apoyo a Fernández y trazaron una agenda propia para discutir con el presidente electo. Del mismo modo los gremios que integran la CATT confirmaron su presencia en el Plenario de Secretarios Generales.

La semana pasada, también, referentes de la Corriente Federal de Trabajadores, mantuvieron una reunión en UPCN  con los principales representantes del Consejo Directivo de la CGT. En el encuentro se acercaron diferencias y se asumió el compromiso de un trabajo conjunto.  Para la CFT es indispensable la unidad del Movimiento Obrero integrada en un proyecto nacional.

En ese sentido fuentes del espacio sindical que integran diversos gremios explicaron la necesidad de tener “un programa que establezca las propuestas del movimiento obrero organizado en relación con los distintos temas que hacen al proyecto de país que exprese el interés de la mayorías: rol del Estado, política energética, plan de transporte, rol del sistema financiero, servicios públicos, comercio exterior e industria nacional”.

El gran ausente de estas jornadas ha sido Hugo Moyano. Si bien el Secretario General de Camioneros a hecho público su apoyo al actual presidente, en estas jornadas febriles parece haber resignado protagonismo. Habrá que esperar a que el mapa sindical tenga una cartografía definida de cara al 2020. En el terreno de las definiciones la mirada estará puesta en agosto de ese año.

Quien ha quedado pedaleando en el aire luego del anuncio de unidad es Hugo Yasky. Su deseo de sellar un acuerdo que permita una CGT más amplia quedó en una expresión discursiva. Primero porque aun no se ha comenzado ningún trámite legal en ese sentido y después porque desde la CGT supieron enfriar las declamaciones. En todo caso los de la CTA deberá esperar un largo tiempo para definirse en realidad.

 

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