Economía

Inflación: Con la soga al cuello

*Por Redacción

El 2018 terminó con números negativos para la economía nacional, el modelo neoliberal solo puede mostrar triunfos para sus propios socios, mientras caen las expectativas para los sectores populares. El impacto inflacionario en el bolsillo de la clase trabajadora constituye una profunda crisis que se trasladó a la caída del consumo y al deterioro del merado interno.

La influencia del FMI en la economía argentina es determinante para el desastre económico. Ninguna de las decisiones tomadas por el organismo internacional ha sido buena para el conjunto social de los países donde ha intervenido. El gobierno de Mauricio Macri persiste en la destrucción de la producción nacional y en el hostigamiento político, económico y social contra los sectores populares. Esa política implicó, desde diciembre del 2015, una enorme transferencia de riqueza desde esos sectores a las arcas del capital especulativo.

El Instituto Estadístico de los Trabajadores, organismo que depende de la a Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo con respaldo de la CGT y las CTA, dio a conocer los índices inflacionarios de diciembre. Los datos vertidos por el IET dieron cuenta de la escalada inflacionaria que se ubicó en porcentajes que se relacionan con un proceso hiperinflacionario.

De este modo el 2018 se cerró con una inflación anual del 47,8 % y superó a la del 2002 cuando en plena crisis social y económica llegó al  41 %. En tanto,  el marco inflacionario de diciembre fue del 3,1 %. La gestión macrista acumula un 166,6 % de inflación en tres años de gobierno. Las expectativas para el año nuevo no cambian el panorama: Para el IET la inflación del 2019 estará por encima del 30 %.

Los datos económicos hacen añicos el discurso violento del gobierno – violento porque encumbre una realidad que golpeó y golpea a la clase trabajadora y a los más humildes – la retracción del consumo se reflejó es reflejó de la caída del poder adquisitivo de los trabajadores que alcanzó un descenso del 17,3 %.

Hay más datos y no contienen una gota de aire fresco. Un informe realizado por la UCA y UNICEF dio cuanta que en la Argentina el 51,7 % de los menores de 17 años son pobres. Un porcentaje alarmante. La promesa de campaña de pobreza cero fue algo más que eso, porque sirvió de pantalla para el plan económico de la coalición Cambiemos.

Por estos días, donde el calor arrecia y la pesadez social parece hacer del tedio una pintura concreta de la realidad, las calles de Buenos Aires están semi-vacías. Es poca la gente que se ha ido de vacaciones y quienes lo hacen eligen destinos baratos y consumen menos. El optimismo del gobierno es una puesta en escena para galvanizar su núcleo duro de votantes. En este contexto la pregunta que surge es ¿cuanto más aguanta este modelo?

 

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