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Francisco en Irak: “Que callen las armas”

Por Redacción

El Papa Francisco arribó este viernes a Irak en un visita que catalogada como histórica. La pandemia de COVID-19 obligó al predicador de los humildes a abandonar momentáneamente su agenda de viajes, por lo que este representa su  33° Viaje Apostólico Internacional.

Tras su arribo al país, el Sumo Pontífice fue recibo por el Primer Ministro, Mustafa Abdellatif Mshatat. Ambos se entrevistaron en la Sala Vip del aeropuerto donde mantuvieron un encuentro privado. Tras el intercambio de obsequios, Francisco se dirigió a la realización de su primer encuentro oficial, con Autoridades, representantes de la Sociedad Civil y cuerpo diplomático.

El encuentro se ofició en el Palacio Presidencial de Bagdad, allí el Papa llamó a detener la violencia y a silenciar las armas. Ante el Presidente, Barham Ahmed Salih Qassim, Francisco recordó: “Los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas”. 

“Todo esto ha traído muerte, destrucción, ruinas todavía visibles, y no sólo a nivel material: los daños son aún más profundos si se piensa en las heridas del corazón de muchas personas y comunidades, que necesitarán años para sanar”, expuso el Pontífice.

Por otro lado el Papa de los humildes señaló que “aquí, entre tantos que han sufrido, no puedo dejar de recordar a los yazidíes, víctimas inocentes de una barbarie insensata y deshumana, perseguidos y asesinados a causa de sus creencias religiosas, cuya propia identidad y supervivencia se han puesto en peligro”. 

Asimismo agregó “por lo tanto, sólo si logramos mirarnos entre nosotros, con nuestras diferencias, como miembros de la misma familia humana, podremos comenzar un proceso efectivo de reconstrucción y dejar a las generaciones futuras un mundo mejor, más justo y más humano”. 

Al mismo tiempo, Francisco, reflexionó “la diversidad religiosa, cultural y étnica que ha caracterizado a la sociedad iraquí por milenios, es un recurso valioso para aprovechar, no un obstáculo a eliminar. Hoy, Iraq está llamado a mostrar a todos, especialmente en Oriente Medio, que las diferencias, más que dar lugar a conflictos, deben cooperar armónicamente en la vida civil”. 

En su discurso, el Papa, resaltó que “la coexistencia fraterna necesita del diálogo paciente y sincero, salvaguardado por la justicia y el respeto del derecho, requiere esfuerzo y compromiso por parte de todos para superar rivalidades y contraposiciones. En base a este principio, la Santa Sede, en Irak como en todas partes, no se cansa de acudir a las Autoridades competentes para que concedan a todas las comunidades religiosas reconocimiento, respeto, derechos y protección”. 

Francisco estimó que “una sociedad que lleva la impronta de la unidad fraterna es una sociedad cuyos miembros viven entre ellos solidariamente, es una virtud que nos lleva a realizar gestos concretos de cuidado y de servicio, con particular atención a los más vulnerables y necesitados”.

La visita papal durará tres días, las mediadas de seguridad, para la preservación de la vida del Sumo Pontífice son extremas, sobre todo si se tiene en cuenta que la violencia persiste en el país donde las operaciones militares de Estados Unidos son permanentes, más allá de las incursiones violentas del Estado Islámico son aun una gran amenaza.

Estados Unidos mantiene un presión férrea sobre la estructura política de Irak, desde done preserva autonomía para monitorear los paso de Irán. Esta política de sometimiento sistemático, que aprovechó las disputas internas para instalarse geopolíticamente en la región, derivó dos días atrás en un ataque a la base militar de Ain al-Assad, en el desierto occidental del país. Cerca de 10 cohetes impactaron en la fortaleza causando un fallecimiento.

En ese contexto Francisco expresó que “el “sabernos responsables de la fragilidad de los demás” debería inspirar todo esfuerzo por crear oportunidades concretas tanto en el ámbito económico y en el ámbito de la educación, como también en el cuidado de la creación, nuestra casa común. Como responsables políticos y diplomáticos, ustedes están llamados a promover este espíritu de solidaridad fraterna”. 

“Es necesario combatir la plaga de la corrupción, los abusos de poder y la ilegalidad, pero no es suficiente. Se necesita al mismo tiempo edificar la justicia, que crezca la honestidad y la transparencia, y que se refuercen las instituciones competentes. De ese modo puede crecer la estabilidad y desarrollarse una política sana, capaz de ofrecer a todos, especialmente a los jóvenes —tan numerosos en este país—, la esperanza de un futuro mejor”, aseguró el Papa.

En tal sentido Francisco llamó a “que callen las armas, que se evite su proliferación, aquí y en todas partes. Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local. Que se dé voz a los constructores, a los artesanos de la paz, a los pequeños, a los pobres, a la gente sencilla, que quiere vivir, trabajar y rezar en paz”. 

Al respecto añadió: “No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias; que se dé espacio a todos los ciudadanos que quieren construir juntos este país, desde el diálogo, desde la discusión franca y sincera, constructiva; a quienes se comprometen por la reconciliación y están dispuestos a dejar de lado, por el bien común, los propios intereses”. 

Sin olvidar el conflicto en Siria, el Pontífice, subrayó la importancia de la “cooperación a escala global para poder afrontar también las desigualdades económicas y las tensiones regionales que ponen en peligro la estabilidad de estas tierras”. 

Por último, Francisco, sostuvo que “atender las necesidades básicas de tantos hermanos y hermanas es un acto de caridad y justicia, y contribuye a una paz duradera. Espero que las naciones no retiren del pueblo iraquí la mano extendida de la amistad y del compromiso constructivo, sino que sigan trabajando con espíritu de responsabilidad común con las Autoridades locales, sin imponer intereses políticos o ideológicos”. 

 

Fuente: Vaticano News

5/3/2021

 

 

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