Entrevistas AGN

Entrevista a Miguel Díaz de UDOCBA: Pensar la educación en clave peronista

*Por Gustavo Ramírez

En las últimas horas se habla de educación más de lo que se la piensa o ejecuta. En realidad lo que se impone en la agenda pública poco tiene que ver con la educación. El campo político liberal y los sectores progresistas se han apropiado de una mirada moral sobre la escuela que reproduce una representación anacrónica de las necesidades educativas que realmente demanda la comunidad. Por otro lado, los técnicos en educación vacían de contenido a la función de la formación y se sigue una línea de pensamiento abstracto e ilusorio de la condiciones educativas.

Ni el Gobierno Nacional, ni los gobiernos provinciales y mucho menos el de la Ciudad, ponen en cuestión la problemática sistémica de la escuela en pandemia. Se sostiene el paradigma hegemónico de la titulación y se sostiene a raja tablas las premisas de la escolarización que demanda el liberalismo económico para sostener su dominio socio cultural. Entonces, ¿es real y válido el discurso sobre el inicio de clases presenciales en un contexto de gravedad sanitaria y socio-económica por el que pasan millones de pibas y pibes y docentes?

Obviamente pensar la educación es mucho más complejo como para que el debate quede reducido a las formas. AGN Prensa dialogó con Miguel Díaz, Secretario General de la Unión Docentes de la Provincia de Buenos Aires para escuchar la voz profunda de los trabajadores y trabajadoras de la educación, lejos del aire tóxico que por estos días se respira en la atmosfera “educativa”.

Miguel, por estas horas queda la impresión que existe un impulso que pretende acelerar los tiempos en función de mostrar gestión política por parte del Gobierno Nacional y de administraciones que vienen del neoliberalismo, como en la Ciudad de Buenos Aires, frente a lo que implica la situación epidemiológica y el comienzo de las clases presenciales. ¿Cómo analiza usted este apuro que están demostrando los distintos gobiernos?

-Evidentemente, como dice usted, aquí empezó la campaña electoral entonces no importa lo que hacemos, ni como lo hacemos, lo importante es generar “política” por eso hay que fijarse en la frase de esta mujer, Patricia Bullrih-  que todos los días se supera a sí misma con una actitud energúmena- donde dice que hay que echar a todo el mundo, los que no quieren ir a trabajar supuestamente. Bueno, no sé lo que entiende ella por trabajo porque yo no la vi nunca trabajando en nada porque si el trabajo de ella fue ser funcionaria del Ministerio de Trabajo y de Seguridad, bueno, lo único que sé es que es responsable de la muerte de Maldonado. Hay una actitud política salvaje de Cambiemos acompañada por el Gobierno, porque evidentemente entran en el juego.

Yo no entiendo cómo un presidente tan inteligente, como es Alberto Fernández, le haga el juego al liberalismo. Entonces, lo que están planteando ellos, evidentemente, es “civilización y barbarie”, es libros si alpargatas no. Como que la Ciudad de Buenos Aires fuera la fuente de la educación, la excelencia de la educación, cuando sabemos que deja mucho que desear precisamente por eso mismo, su gobierno achica presupuesto en educación. Por eso mismo no se entiende como le hacen el juego.

Después la vemos a Soledad Acuña que ella misma dice que no sabe nada de educación y está al frente en  educación, y que dice que, bueno, lo que intentó en el mes de noviembre fue iniciar las clases que también lo llamaron revinculamiento. Es muy difícil cuando todo se miente, todo se dice como una verdad a medias por lo tanto es mentira y es medida de cómo está actuando la clase política.

En ese sentido el peronismo debería dar un ejemplo  porque el 17 de Octubre del año pasado, cuando salió toda la gente, encabezada por Hugo Moyano y el Frente Sindical, había ahí un mensaje hacia el Gobierno Nacional diciéndole “estamos con vos, avanzá, porque tenemos que avanzar y recuperar derechos. Eso es lo que le está exigiendo el pueblo. Entonces el gobierno tiene que tener cuidado de entrar en este juego perverso que están planteando grupos minoritarios como el Círculo Rojo, no.

-¿Se puede considerar que estas maniobras políticas encubren el fracaso que implicó, de alguna manera, la implementación de la educación a distancia dado que miles de pibes, pibas y docentes no tuvieron acceso a la conectividad ni a las herramientas tecnológicas para acceder a la práctica de enseñanza aprendizaje?

-En la pregunta está la respuesta. Digamos, si hay un fracaso educativo que viene ya cabalgando hace tiempo cabalgando hace tiempo, es la falta de inversión de los gobiernos y de este gobierno también. Está bien, tenemos la pandemia y todo lo que quieran, ahora, hay una inversión que se tiene que empezar a hacer, yo no digo que hay que hacerla, digo que hay que empezar a hacerla. Y es gastar en la gente, gastar en los pibes. Tenemos un 50 % de chicos pobres, pobres de toda pobreza, a los que no les llega la educación y con la pandemia menos porque quedan aislados, bueno, la única manera de llegar a ellos es que el Estado provea a cada alumno una computadora y al docente también. Empecemos así. Pero tenemos que tener objetivos claros.

¿Nunca vamos a empezar? Hay que ser afecto al plan. Perón encontró un país vacío, un país sin hacer y lo hizo y siete mil obras las hace porque hay una voluntad de hacerlas. Pero hay un plan que las respaldas, el Plan Quinquenal como un objetivo, primero marco la idea y después llevo en práctica eso. Consigo consenso, porque todo esto debe hacerse con consenso, que es una práctica que el peronismo en el gobierno la está perdiendo. Por eso se tiene que convocar a una gran unida nacional, esa gran unidad nacional es la unidad de todos los sectores frentistas, electorales,- una cosa es la etapa frentista y otra cosa es la etapa de gobierno- con esos sectores con los que se hizo un frente para ganar el gobierno tenés que hacer la misma convocatoria pero para gobernar.

¿El gobierno está perdiendo esa perspectiva por qué se desperonizó  y quedó entrampado en el laberinto que ha promovido el neoliberalismo en estos últimos años o por inercia propia?

-Hay errores y estrategias que son propias. Si acá el presidente sale a decir no tengo ningún funcionario que tenga dinero en el exterior, como el Panamá Papers y resulta que el Ministro de Educación lo tiene, está comprobado que lo tiene, y no se le pide la renuncia, bueno, ahí tiene un desgaste que no se entiende. Si hay una compañera, me duele muchísimo, que hizo una macana en el INADI y contrató con fondos propios del gobierno a una empleada suya y encima le hace juicio después y le queda el escándalo y también miramos para otro lado y bueno, si nosotros no reconocemos los errores vamos camino a parecernos a quienes criticamos. Hay que ser y parecer. Cuando la gente se equivoca después puede rectificar, el tiempo restaura las heridas, pero el compañero que se equivoca tiene que volver a la cola, no puede seguir en los mismo lugares.

En ese sentido cuando el sindicalismo se equivoca se le cae con una moral sobreactuada pero cuando la política se equivoca esto no se produce en esas dimensiones.

-Sí, seguro. La política tiene algunos mecanismos para poner a veces en escenario, y a veces a cargo del escenario, a la opinión pública y hace ejercicio de eso, cosa que el sindicalismo no hace. El sindicalismo tiene mala imagen a veces creada y a veces también por sus propios errores, sus equivocaciones y sus abusos, pero nosotros tenemos una imagen ya creada de la que va a ser muy difícil salir.

Volviendo a las condiciones sanitarias y a la educación y teniendo en cuenta este    análisis general, ¿se va a volver a las clases presenciales, es prioritario, no solo en la mirada sanitaria sino  también si se observa la grave situación de pobreza por la que atraviesan millones de chicos en Argentina?

-Bueno, creo que también en esta pregunta está la respuesta. Tenemos graves problemas: una pandemia que no cede, la vacunación que todavía no aparece;  creo que hay una voluntad muy férrea y muy importante del gobierno y gestos muy importantes como para cumplir, pero hay que ver si se puede cumplir en tiempo y forma;  chicos degradados por el sistema hay que ver si vuelven a la educación, cómo se los incorpora nuevamente, pero bueno, todo eso va a ser una tarea que hay que prepararla, que hay que diagnosticarla, que hay que programarla, que hay que trazarla sobre objetivos y de esto tendría que estar hablando la clase política en la Argentina. No en que día empiezan las clases, porqué la verdad es un partido un día y el tema es ganar el campeonato, ganar el campeonato recuperar que todos los chicos puedan volver a la escuela, tener un ámbito que sea digno para la escuela.

En esta primera etapa no se va a poder cumplir con las clases por la sencilla razón de que hay un distanciamiento social y usted puede utilizar parte de la estructura edilicia, no toda. En cada parte de esa estructura puede juntar determinada cantidad de chicos pero no la totalidad de un grado, la totalidad de una sección, de un curso, porque no dan los metros para implementarlo. Toda esta situación que es concreta y que no se puede soslayar, evidentemente, la clase política no la piensa, entonces es como muy ingenuo todo y no se entiende esto de decir cualquier cosa. Después de lo que fue el velorio de Maradona, si no se entiende bien y se hacen las cosas por estímulo, sin pensar, vamos a golpearnos con la misma piedra.

-Respecto a la visión que se tiene de la escuela parce que hay una urgencia de regresar a los ’90 donde las escuelas eran galpones al que  Estado recurría para, y a veces los padres también para depositar a los chicos. Se dejaba los docentes solos afrontando instancias socio-económicas complejas para los cuales ni las escuelas, ni el sistema estaba preparado. Ahí el docente también era una víctima del mismo sistema educativo.

-Sí, claro. Cuando el gobierno asume y viene esta pandemia lo primero que hace, y bien, fue ver que estructura edilicia y con que contaba para afrontar la pandemia y se hicieron hospitales, sala, se compraron insumos importados importantes para la terapia intensiva. Es decir, el argentino se capitalizó y se abasteció para lo que venía. Bueno, está muy bien. Ahora, es un hecho trágico y que nos lleva a tomar determinado estímulo, la política tiene que adelantarse a eso, tiene que pensar en futuro, entonces hay que hacer una inversión muy grande en educación para que esa educación, la seguridad, la salud y la vivienda, sean ejes fundamentales para el gobierno, porque en el medio de un gobierno y el Estado está la gente y la gente  tiene que vivir feliz.  Los gobernantes tienen que trabajar para el bien común no para hacer “política” y para alcanzar nuevos derechos que dignifiquen la vida del hombre y de la mujer.

-Miguel, en estos últimos tiempos se mira a la política desde el proyecto, lo cual nos lanza al futuro pero no se hace pie en el presente, entonces teniendo en cuenta esta mirada ¿no se hace necesario pensar una educación basada en los principios de la comunidad organizada y del modelo argentino para el proyecto nacional como productora de conocimiento popular contra el colonialismo pedagógico?

-Por supuesto, es tiempo de comenzar a pensar una educación que sea netamente nacional, necesaria para los tiempos que vivimos, que sea moderna, donde participen todos los sectores de la comunidad argentina, una educación propia. Pero bueno, mientras tengamos organizaciones internacionales a las que escuchemos y que nos digan qué tipo de materia hay que dar, qué formato de escuela tenemos que tener y no apuntar a una educación que tenga que ver con el desarrollo de la economía  y de la ciencia, de las artes también, si no apuntamos a eso vamos a formar a una hombre muy infeliz y vamos a seguir siendo un país dependiente. Hay mucho miedo, hay poco espíritu de lucha y hay poco espíritu creativo en la mayoría de los funcionarios que están en educación. Hemos seguido los modelos liberales, los formatos de hace más de cien años. Seguimos con los viejos formatos, la formación es muy pobre y tiene que cambiar y la escuela tiene que dar un servicio nuevo para esta comunidad y los tiene que preparar para un país moderno, distinto.

-¿Los sindicatos se tienen que involucrar en la formación docente, entonces, estar más presentes en los profesorados?

-Por supuesto, por eso nosotros tratamos de involucrarnos siempre y donde nos dejan vamos a seguir hablando y vamos a seguir diciendo, estamos en esa formación. Porque bueno, si hay toda una visión en contra de los sindicatos que solamente deben pelear por salario y condiciones laborales, pero parte de las condiciones laborales tienen que ver con la educación, por lo tanto vamos a insistir y vamos a tratar de andar en este camino.

 

El debate no se cierra en el círculo de la política liberal. Por el contrario, los sindicatos docentes, nuevamente ponen de relieve que el hecho educativo es un factor integral de la sociedad y que es un elemento de relieve para quebrar el esquema de sujeción que impone la mirada de la semi-colonia. ¿El gobierno nacional, está en condiciones de dar este debate? ¿Se puede seguir postergando? Por el momento todo está por verse.

 

 

Fotografías: Galería redes sociales de UDOCBA

19/1/2021

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