Opinión

El fin de las PASO y la Boleta Única Papel reconfiguran el tablero político

*Por Lic. Juan Martín Lembo  y Fermín Pacheco

Las elecciones legislativas de 2025 marcarán un punto de inflexión en la política argentina. No solo porque se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, sino porque el sistema electoral sufrirá cambios clave: la eliminación de las PASO en la Cámara Alta y la implementación de la Boleta Única Papel. A esto se suma el desdoblamiento electoral en varias provincias y la indefinición del calendario en la estratégica provincia de Buenos Aires.

¿Quién se beneficia con estas reformas? ¿Cómo impactarán en la representación política y en la estrategia de los partidos?

Boleta Única y el fin de las PASO: un cambio de reglas que favorece a los grandes

Desde 2025, nuestros representantes mayoritariamente, no serán definidos en internas abiertas, simultáneas y obligatorias, sino que cada partido resolverá sus candidaturas puertas adentro. Este nuevo esquema puede fortalecer a las estructuras partidarias con liderazgo fuerte y verticalista, pero también reducir la oferta electoral y limitar la competencia interna.

En paralelo, la Boleta Única Papel reemplazará al sistema tradicional de múltiples boletas partidarias. Este mecanismo, usado en países como Colombia y Uruguay, promete mayor transparencia y menor gasto electoral, pero también puede consolidar el poder de los partidos con mayor reconocimiento y debilitar a las fuerzas más chicas.

Tres efectos clave de este cambio:

1. Menos margen para el clientelismo electoral: ya no habrá necesidad de garantizar que la boleta de cada partido esté presente en el cuarto oscuro.

2. Mayor visibilidad para los candidatos con más peso mediático: los votantes verán a todos en una sola papeleta, lo que podría beneficiar a las figuras más conocidas.

3. Un voto más racional, pero con posibles dificultades: la necesidad de marcar explícitamente una preferencia podría generar dudas en sectores menos familiarizados con este sistema.

Desdoblamiento electoral: ¿beneficio para los oficialismos provinciales?

Varios distritos decidieron adelantar sus elecciones y despegarse de la votación nacional del 26 de octubre. Salta, Jujuy, Chaco, San Luis, CABA y Santa Fe ya confirmaron fechas separadas. Esta estrategia suele favorecer a los oficialismos locales, que pueden evitar el arrastre negativo de una elección nacional polarizada.

El gran interrogante es qué hará la provincia de Buenos Aires, que debe renovar 35 bancas en la Cámara de Diputados. Axel Kicillof dejó abierta la posibilidad de desdoblar los comicios, lo que podría alterar por completo la dinámica electoral.

Si Buenos Aires decide votar por separado, los efectos pueden ser:

  • Mayor control del peronismo provincial sobre la elección local, sin quedar atado al destino del gobierno nacional.
  • Dificultad para la oposición de articular una estrategia unificada, ya que debería enfocarse en dos campañas diferentes.
  • Posible menor participación, ya que los votantes no se movilizan con la misma intensidad en elecciones desdobladas.

Un nuevo mapa político: de la grieta al escenario de tres tercios

Los cambios en las reglas del juego se dan en un contexto de reconfiguración de las fuerzas políticas. El bipartidismo tradicional de peronismo vs. Anti peronismo quedó atrás: en 2023, La Libertad Avanza (LLA) irrumpió con fuerza y consolidó un escenario de tres tercios.

Los datos de las elecciones recientes muestran:

-El peronismo (FDT/UXP) mantiene su capacidad de remontar votos en la general, pero viene en caída: del 48,1% en 2019 al 36,8% en 2023.

– Juntos por el Cambio está en crisis: pasó del 42,8% en 2021 al 23,8% en 2023, perdiendo terreno frente a LLA.

– Milei y el fenómeno libertario llegaron para quedarse: en 2021 apenas sumaban 6,4% en las PASO, pero en 2023 alcanzaron casi el 30%.

Si el PRO no logra reorganizarse, el futuro de la política argentina podría estar marcado por una nueva polarización: libertarios vs. peronismo.

Elecciones como prueba de fuego para las reformas

Las legislativas de 2025 serán más que una disputa por bancas: pondrán a prueba el nuevo sistema electoral. ¿La Boleta Única logrará mayor transparencia o consolidará el poder de los partidos grandes? ¿La eliminación de las PASO favorecerá el control de los aparatos políticos? ¿El desdoblamiento electoral beneficiará a los oficialismos provinciales?

El 26 de octubre, los argentinos no solo votarán, sino que experimentarán en carne propia las consecuencias de estas reformas. ¿Estamos ante una elección más equitativa o ante un ajuste de reglas que beneficiará a ciertos sectores? Lo único seguro es que la política argentina seguirá cambiando. Y, como siempre, la clave estará en cómo los partidos y los votantes se adapten a este nuevo escenario.

 

 

*ElevaConsulting & Co.

 

11/3/2025

Subir