Relats Argentina

Cincuenta años del enfoque sindical sobre el Movimiento de Trabajadores

*Por: Martín Giambroni, Juan Manuel Martínez Chas y Alvaro Orsatti

Este trabajo que reproducimos a continuación en el sitio Relats-Argentina.  En tal sentido vale precisar que  Relats Argentina tiene la particularidad de promover la edición de documentos firmados por dirigentes sindicales y asesores sindicales, junto a otros productores con un perfil académico.

AGN Prensa Sindical presentará periódicamente documentos presentados en dicho rede de comunicación. En tal sentido refirmamos nuestro compromiso con el pensamiento nacional y la comunicación del pueblo puestos al servicio del bien común. Un aporte que creemos necesario para la Comunidad Organizada al servicio de la Liberación Nacional.

Presentación

En 2008, las dos principales Confederaciones Sindicales latinoamericanas, la ORIT (Organización Regional Interamericana de Trabajadores) y la CLAT (Confederación Latinoamericana de Trabajadores) se fusionaron en la actual CSA (Confederación Sindical de Trabajadores/as de las
Américas).

Este proceso fue parte de la unificación mundial entre las respectivas internacionales de aquellas: CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) y CMT (Confederación Mundial de Trabajadores) Hasta el momento, como parte sus perspectivas estratégicas,
CLAT había desarrollado (desde comienzos de 1971) el eje “Movimiento de los Trabajadores”(MT, en adelante),  siguiendo las orientaciones y propuestas de la Encíclica sobre Trabajo Humano.

La primera formulación del MT aparece en el documento “Formación Sindical para los Trabajadores”, 1970, elaborado por el paraguayo Rodolfo Efren Romero Garcete. En años posteriores, el concepto fue complementado con otros: la “Economía Solidaria” y el “Sector de Economía del Trabajo” (en el marco de la creación de la COLACOT,  Confederación Latinoamericana de Cooperativas del Trabajo y Mutuales, en 1975).

La “marginalidad económica”, los “trabajadores informales”, y los “trabajadores autónomos” (introducido por el IV Congreso de la CLAT, Mar del Plata, 1987). Al año siguiente se creó la COLAPOM, Confederación Latinoamericana de Población en la Marginalidad”.

Más adelante, la Carta Social Latinoamericana de 1992, incluyó un capítulo específico referido a los derechos de los “trabajadores autónomos de la economía informal”. Esta nota sintetiza los desarrollos del concepto de MT, partiendo de sus últimas versiones, según: “Movimiento de los
Trabajadores siglo XXI”, 1998 y “Programa de Reivindicaciones” y “Plan de Acción” del XII Congreso, 2004.

Es un aporte al entendimiento de un concepto que ha reaparecido en el contexto de los nuevos documentos del Vaticano (2014 en adelante), y que, en ese contexto, aparece  en distintas iniciativas promocionales recientes desde el sindicalismo argentino.

I ) Cambios en el mundo del trabajo

El mundo del trabajo está siendo configurado por factores que imponen el individualismo, la insolidaridad y sobre todo la deshumanización.  El escenario laboral está cambiando brusca y rápidamente con:

La eliminación del fordismo, mediante procesos de flexibilización que adaptan la producción al sistema just in time.  La creación de un nuevo sistema de empleo de dos niveles, uno de empleados fijos y permanentes a tiempo completo y otro de grupos periféricos, segmentando a los trabajadores
Se reduce la plantilla de personal fijo, creando empleos con más precariedad: empleo a plazo fijo, trabajo a tiempo parcial, teletrabajo, subcontratación de una parte de la producción, y servicios, incluso por empresas especialmente constituidas para tales propósitos (como las agencias de trabajo temporal).

Aumento de la jornada laboral y de la complejidad, intensidad y ritmo de trabajo (trabajo a presión), y oficios y profesiones que cambian rápidamente. mecanismos antisindicales como plantas paralelas, plantas globales transnacionales, trabajadores autónomos. El concepto mismo de mercado de trabajo está sufriendo un cambio perverso, ya que el trabajo humano es considerado y
tratado como una mercancía más. Se está abandonando el concepto de sociedad industrial.

II) Nueva perspectiva

Tradicionalmente, el movimiento obrero se organizó, se concentró y trató de hacerse fuerte en los lugares o centros de trabajo. Pero el movimiento sindical sigue limitado a las áreas de los trabajadores de la economía formal y que tienen una relación de dependencia, y aún en estas áreas una parte importante de los trabajadores no están organizados sindicalmente. El movimiento sindical representa el 20% del total de trabajadores.

El sindicalismo del futuro será entonces el que tenga la capacidad de organizar y de representar ese 80% desprotegido. Y esto obliga en la práctica a reinventar el sindicalismo. Es necesario moverse hacia un tipo de movimiento social amplio de todos los trabajadores, uniendo orgánicamente las distintas situaciones, problemas y formas de organización y de acción en un solo movimiento de
trabajadores, bajo una clara unidad de conceptos y de objetivos.

Hay que elaborar el pensamiento social del MT del siglo XXI, profundizando la concepción de la Democracia Real como Proyecto Histórico Político de toda la sociedad. La definición valórica del trabajo humano que tiene la CLAT conserva toda su vigencia. Por ello no se acepta que se siga
hablando del “fin del trabajo”, o de la pérdida de la centralidad del trabajo. Hay que distinguir entre empleo y trabajo. Hay una crisis del empleo, pero no se puede confundir con la crisis del trabajo y la especulación teórica sobre el fin del trabajo.

III) Definición general, características y objetivos del MT 

Es “un movimiento social en que se asume la dinámica sindical en relación a los trabajadores asalariados, aunque trascendiéndola y englobándola hasta integrar todas las situaciones, iniciativas organizadas y categorías de trabajadores que se presentan en la región, aún los desempleados, los mas marginados y los más pobres”.

Es el conjunto de formas y expresiones organizativas, de acciones colectivas y solidarias que la clase trabajadora promueve y constituye, en cada etapa de su devenir histórico, para responder a los problemas, necesidades y aspiraciones de todos los trabajadores.

El objetivo es “transformar la pobreza física y moral del trabajo, poniendo el acento fundamental en la persona humana del trabajador”.  Más en detalle: Es la dinámica permanente que impulsa la acción organizada de los trabajadores en función de la liberación humana e integral y por la transformación de la sociedad.

Emana de la naturaleza misma del trabajador, como persona histórica y sociológicamente encarnado en la sociedad capitalista que subordina la satisfacción de las necesidades  humanas y la dignidad del trabajador y del trabajo al poder económico. Toma en cuenta los cambios en las relaciones de trabajo, que han superado las concepciones de movimiento obrero y movimiento sindical para asumir la integridad de las condiciones y situaciones en las que se encuentran los
trabajadores, independientemente de sus condiciones actuales y del lugar que ocupan en las estructuras económico-sociales.

Se impone la tarea histórica de desarrollar la capacidad de inspirar, animar y orientar la dinámica de la acción organizada de los trabajadores para asumir su destino, y como factor de
cambio para transformar la sociedad y hacerla plenamente humana, justa y solidaria.

En la lucha esperanzada por la justicia social el MT adquiere una de sus razones de ser y de existir. Establecer la justicia social exige suprimir toda forma de desigualdad, de explotación, de exclusión social y de violación de los derechos humanos incluidos los laborales y sociales.

Es un proceso que reconociendo la diversidad y el pluralismo ideológico y orgánico existente se esfuerza por aglutinar en forma solidaria las distintas corrientes y organizaciones que lo componen para lograr objetivos comunes. Busca solidarizar orgánicamente los trabajadores organizados
en las formas sindicales con los demás organizados en nuevas formas sociales.

La unidad de los sindicatos de asalariados, de las organizaciones sociales de trabajadores no asalariados y las alianzas estratégicas y programáticas con otras fuerzas sociales, políticas, culturales y religiosas se torna indispensable ante los actuales cambios en el mundo del  trabajo, en las relaciones entre el capital y el trabajo y para la defensa de los derechos e intereses de clase, populares y nacionales.

Pone el acento fundamental en la persona humana del trabajador siguiendo las orientaciones y propuestas de la Encíclica del Trabajo Humano. El objetivo es dar un poder de participación a las grandes masas de América Latina, para que se personalicen y protagonicen. El MT es, entonces, una nueva concepción de la organización, para interpretar, dar respuesta y encuadrar la nueva realidad y composición de la clase trabajadora.

IV)  Democracia y autonomía en el MT

El MT, histórica y sociológicamente, es un actor y factor decisivo de democratización y es la base indispensable para la democracia económica y social. En consecuencia, las organizaciones de trabajadores deben participar activa y decisivamente en la construcción de una sociedad democrática. Abre un proceso de transición que busca nuevas formas de relaciones con la sociedad política, apuntando a un protagonismo sociopolítico por parte de los trabajadores organizados a partir del mundo del trabajo.

Las nuevas generaciones de trabajadores son particularmente sensibles con relación a la independencia de sus organizaciones y a la necesidad de una sólida autogestión de las mismas por parte de los trabajadores.

El MT es un actor y factor decisivo de democratización y es la base indispensable para la democracia económica y social. En  consecuencia, las organizaciones de trabajadores deben
participar activa y decisivamente en la construcción de una sociedad democrática. -El ejercicio de la democracia en el MT debe ser un ejemplo de participación libre, autónoma e independiente. Las decisiones, gestión y control de las acciones y organizaciones deben ser decididas por el colectivo y a partir de allí autogestionarse.

El MT es motor fundamental de la organización social del pueblo, de animar, estructurar y proyectar un efectivo poder social, autónomo e independiente de otros poderes, a partir de nuestra capacidad de respuestas y confrontación y de propuestas y concertación, de organización y movilización para el logro de la liberación personal y colectiva y el desarrollo integral de los pueblos.

El MT debe ser autónomo frente al Estado e Independiente de los gobiernos, de los partidos políticos, de los empleadores, de las iglesias o cualquier otro centro de poder externo a sus afiliados.La autonomía de las organizaciones de trabajadores no es una concesión del Estado o de los gobiernos.

El ejercicio de la democracia en el MT debe ser una escuela de vida opuesta a toda imposición externa, que le permite ser un ejemplo de participación libre, autónoma e independiente. Las decisiones, gestión y control de las acciones y organizaciones deben ser decididas por el colectivo y a partir de allí autogestionarse. Promovemos un profundo cambio popular y social para construir y consolidar la democracia real.

El MT es un derecho de quienes desarrollan mediante su capacidad de libre iniciativa y de efectiva libertad de pensamiento, decisión, acción y organización. La libertad se proyecta en el seno de toda la sociedad, por lo que ésta debe  garantizar las condiciones materiales y espirituales que permita
a cada persona y al conjunto social, ser dueño de su destino y construir una sociedad democrática de seres humanos libres.

V) Componentes del MT

El MT se define según tres criterios: a partir de su relación de dependencia en las estructuras
productivas de bienes y servicios: trabajadores asalariados y autónomos; a partir de su ubicación y situación social: jubilados y pensionados, pobladores, marginados, cooperativas y mutuales (ubicadas en el sentido y perspectiva del MT) A los tres primeros se los denomina “sectores sociales” y al último “sector socioeconómico”.  A partir de situaciones específicas en el interior de los diversos sectores de la clase trabajadora: mujeres, jóvenes, migrantes, discapacitados.

VI) MT y estrategias organizativas

Secciones específicas dentro de las confederaciones nacionales. Organizaciones sectoriales regionales que agrupan a los trabajadores según los distintos sectores y/o ramas de actividad económica de producción de bienes y/o servicios, sectores sociales y sectores socioeconómicos. Se refiere a las FSL, federaciones sectoriales latinoamericanas, FSL).

La Carta de 1992 llamaba a : “constituir las formas de organización, de representación, de solidaridad y de acción que convengan mejor con la defensa y promoción de sus derechos y de sus intereses.

VII) Economía y Trabajo informal 

En la Carta de 1992 y el Congreso del 2004 se dedica especial atención a la economía informal y sus trabajadores. La Carta de 1992 planteaba: el derecho a la viabilidad económica, incentivos y facilidades  fiscales y crediticias del trabajo autónomo y del trabajo informal, junto con condiciones de trabajo digno, en el marco de eliminar y sustituir las formas y condiciones de trabajo precario y de baja productividad y reforzar el trabajo realmente productivo.

El derecho “a la protección jurídica, social, económica y de seguridad social para los trabajadores autónomos y los que laboran en la economía informal”. La Conferencia específica ”Economía Informal en la Acción Profesional” de la XVII Conferencia, se vinculaba a
lineamientos de la CMT (Manual “10 Acciones Sindicales para Fortalecer el Estatuto de los Trabajadores de la Economía Informal”).

Las conclusiones del evento se centraron en lo siguiente: la economía informal está presente en todos los sectores organizados y por organizar del MT. Se debe denunciar la criminalización de la protesta social y del trabajo en la economía informal, protestando por el atropello de que son víctimas los vendedores de las calles. Este trabajo no es un delito sino que es una actividad laboral
originada en un estado de necesidad creado por el sistema imperante, amparado por garantías internacionales del derecho interno de cada país y por los convenios de OIT.

Las centrales y federaciones sectoriales necesitan incorporar de una manera y efectiva dentro de sus estructuras orgánicas a los trabajadores de la economía informal, mediante la creación de departamentos de atención especializada.

La OIT debe aprobar un convenio para la protección y el reconocimiento de iguales derechos, por parte del trabajador no asalariado. Es necesario exigir a los gobiernos latinoamericanos la
jerarquización de la economía informal al nivel de incorporarla en las constituciones nacionales, y crear direcciones especializadas para la atención de los trabajadores de la
economía informal dentro de los Ministerios de Trabajo.

27/11/2019

 

*Martín Giambroni: Teólogo, profesor en educación de adultos, director del Instituto de Capacitación Julio Gómez Carrillo de la UEJN, Unión de Empleados de Justicia de la Nació, coordinador del Observatorio del Trabajo Forzoso y Otras formas de Explotación Laboral de la Secretaría de Derechos Humanos de la CGTRA, Confederación General del Trabajo de la R.Argentina, coordinador de la sección Visión Cristiana del Trabajo de la RELATS, profesor de enseñanza media y universitaria. Coordinador para Amércia Latina de Relats.

*Juan Manuel Martínez Chas: Abogado Laboralista . Universidad de Buenos Aires Asesor de Organizaciones Sindicales. Doctor en Derecho del Trabajo, Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Máster en Empleo, Relaciones Laborales y Dialogo Social. Universidad de Castilla La Mancha, España (UCLM). Profesor Asociado Universidad de San Isidro Dr. Placido Marin. Profesor de Posgrado de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Coordinador para Amércia Latina de Relats.

*Alvaro Orsatti: Economista por la UBA (Universidad de Buenos Aires), coordinador de RELATS, miembro del consejo editorial de RDS-L (Revista de Derecho Social Latinoamérica), investigador del PIICV, Programa Interuniversitario de Investigaciones sobre Cadena de Valor, asesor en formación sindical de CSA, Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas. Coordinador para América Latina de Relats.

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